Los jóvenes soportaron la presión
Lo mejor de la jornada: la excelente respuesta de los dos jugadores más jóvenes ante la extraordinaria presión a la fueron sometidos por sus rivales y el excepcional ambiente que se vivió en el Palau Sant Jordi. Hewitt, de 19 años, y Ferrero, de 20, salieron vencedores de un arranque en el que la mejor noticia para España fue que continúa viva tras la derrota inicial de Albert Costa. - Alternativas. El primer partido tuvo muchas alternativas. Albert Costa empezó rozando la perfección tácticamente. En un abrir y cerrar de ojos puso el 5-0 en el marcador gracias a que le envió a Hewitt una ráfaga de pelotas liftadas y profundas. Y ello lo alternó buscando muchos ángulos. Obligó a Hewitt a moverse de un lado a otro y de esta forma le cogió varias veces a contrapié.
- Errores propios. Pero Albert perdió el control del juego y empezó a ceder puntos básicamente por errores suyos. De esta manera permitió que Hewitt entrara en el partido a pesar de haberle ganado el primer set. Hewitt fue adquiriendo confianza con un segundo set en el que arrasó. Albert volvió a controlar bien en el tercer set pero en el cuarto ha cometido muchos errores. Jugó a remolque y no fue capaz de de romperle el servicio a Hewitt en ninguna ocasión. Volvió a perder el ritmo de juego, la solidez y la forma en que había movido la pelota en el primer set. Cada vez le costó más mantener su servicio. Con 4-5 en contra en la quinta manga perdió una gran ocasión cuando tuvo tres puntos para romperle el servicio a Hewitt, que en los últimos compases jugó en ganador. A Albert, técnicamente a un buen nivel, le faltó mantener el ritmo y lo pagó ante un chaval que, con 19 años, posee un espíritu y una garra fuera de lo común.
- Partidazo. Ferrero y Rafter brindaron un auténtico espectáculo. Su partido fue muy bonito. Fue el choque entre dos estilos completamente diferentes; el del australiano, basado en el saque y la volea, y el de Ferrero que se defendió y frenó a Rafter a base de envíos muy profundos y passing shots. Ferrero resistió de una manera extraordinara la tremenda presión que suponía el gran nivel de juego que exhibió Rafter y, además, que España se jugara prácticamente todas sus posibilidades después de haber perdido el primer punto de la eliminatoria.
- Brillantez. Ferrero perdió una sola vez el servicio y lo recuperó posteriormente para llegar de nuevo a la muerte súbita y para encauzar la victoria. Porque en el tercer set su dominio fue ya muy claro y Rafter se lesionó cuando Ferrero ya estaba viendo claramente reflejado en el marcador la brillantez de su juego y su extraordinario temple para resistir las embestidas del australiano.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.