Jaume Bartrolí, el gran capitán y el hombre al que todos querían
"Un factor clave"
Fue siempre una enciclopedia viviente del tenis. No sólo se interesó por el español, sino que hurgó en sus raíces, fue a Wimbledon a investigar sobre los inicios, compró raquetas y material de tenis en subastas o tiendas olvidadas y se convirtió en uno de los coleccionistas más importantes. Pero, por encima de todo eso, Jaume Bartrolí fue el gran capitán: el que más años estuvo al frente del equipo español de la Copa Davis; el que llegó a las dos finales de Australia, en 1965 y 1967, y el hombre al que todos querían."Tenía grandes virtudes y pocos defectos", recuerda José Luis Arilla; "siempre estaba con los jugadores, ayudando en todo lo que podía. En la pista era amable, comprensivo. Técnicamente, comentábamos cosas, hacía algunas sugerencias, pero no era su aspecto más importante. Era mejor psicólogo: te ayudaba a relajarte, te quitaba la responsabilidad. Era padre y amigo". Arilla convivió con él largos años en el equipo de la Copa Davis y en las instalaciones del RCT Barcelona, del que ambos eran socios.
El mismo cariño hacia Bartrolí lo demuestra Manuel Orantes, que pertenecía al CT La Salut, pero que debutó con él en la Copa Davis. "Sufría mucho", rememora; "le preocupaban todos los detalles. Más que un técnico, era como el padre de todos. Calmaba las tempestades internas del equipo y todos le teníamos un gran respeto. Tenía sus manías: lo coleccionaba todo y se guardaba siempre la pelota del último punto de cada eliminatoria. Sufría mucho cuando debía decirle a uno de nosotros que no iba a jugar. Le costaba noches en blanco. Pero todos sabíamos que lo hacía porque pensaba que era lo mejor para el equipo".
Quien más recuerdos imborrables guarda de él es Manuel Santana. No sólo porque fue quien más convivió con él, sino porque su calidad de líder del equipo le convirtió un poco en su hombre de confianza. "En el equipo nunca existieron recelos y creo que Bartrolí fue el factor clave para que eso ocurriera", dice; "era un gran capitán, que supo cuál era exactamente su papel y el nuestro. Pero, sobre todo, era un amigo, que siempre estaba a tu lado si le necesitabas".Bartrolí convivió con auténticas leyendas del tenis y explicaba múltiples anécdotas de sus vivencias con los mosqueteros que llevaron a Francia a ganar la Copa Davis seis veces consecutivas entre 1927 y 1932. Era muy amigo de Jean Borotra, al que consideraba un número uno de su época.
En realidad, Bartrolí les envidiaba porque en su mente ganar la Copa Davis ocupaba un lugar preponderante. Por encima de sus colecciones, sus estudios sobre la historia del tenis, sus propios negocios en torno a este deporte -tuvo la representación de Dunlop en nuestro país-, quería ver el nombre de España en la peana de la ensaladera de plata. Pero nunca pudo verlo: falleció en Barcelona el 20 de julio de 1989, a los 71 años.
