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FÚTBOL Liga de Campeones

Un golpe en la cadera deja fuera a Salgado

Una repentina lesión, producida por un golpe en el que nadie reparó, impidió a Míchel Salgado disputar el partido de anoche ante el Anderletch, en el que todo hacía indicar que recuperaría su puesto en el lateral derecho. Pese a la defensa que del camerunés hizo Del Bosque, que aseguró que seguía manteniendo toda su confianza en él pese a las durísimas críticas recibidas, lo ocurrido en las últimas sesiones de entrenamiento daba a entender que Geremi saldría del equipo titular, con lo que Míchel Salgado sería de la partida. Y con ese pensamiento acudió el jugador al hotel de concentración tras el último entrenamiento del equipo. En el que nada llamtivo ocurrió. Al menos, nada que trascendiera. Cierto que Míchel chocó con un compañero mientras disputaba el partidillo, pero nadie le dio la menor importancia. Ni siquiera él.Pero ayer por la mañana sonó la alarma en el hotel del Madrid. Míchel Salgado se despertó con dolores y con una enorme inflamación en su cadera derecha, producto de aquel golpe que pasó desapercibido. Tras ser examinado por el doctor Del Corral, que le diagnóstico un derrame en esa zona, que le impediría con toda seguridad disputar el choque ante el Anderletch, el jugador recibió la baja y se trasladó a su domicilio, donde tendrá que guardar reposo al menos durante las próximas 48 horas.

El debate sobre Geremi ha estado presente en el madridismo en los últimos tiempos y se disparó a raíz de su actuación en la final de la Copa Intercontinental. El técnico, Del Bosque, no varió su criterio y en el siguiente encuentro, ante Osasuna, le mantuvo en el once titular. Pero sólo durante 45 minutos. En el descanso, prescindió de él y colocó a McManaman como lateral derecho. Sin embargo, no le terminó de convencer el experimento y echó mano de Míchel Salgado.

Al regreso de Pamplona, cuestionado por los periodistas sobre Geremi, Del Bosque hizo una encendida defensa del jugador: "No ha tenido nunca las bendiciones del Bernabéu", dijo el técnico. "Pero es un jugador muy competitivo que últimamente está jugando bien. Se ha sido muy cruel con él en los últimos días. Lo defiendo con el mismo entusiasmo con el que defendería, por ejemplo, a Míchel Salgado". Y precisamente éste era el elegido para actuar ayer, hasta que recibió aquel inocente golpe en su cadera.

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