Por qué Arilla se centró en los dobles

Lis Arilla es recordado básicamente por el increíble doble que formó con Manuel Santana en la Copa Davis. Su historial es brillante: 15 victorias y sólo siete derrotas. Mejor que el de cualquier otra pareja, incluida la compuesta por Emilio Sánchez Vicario y Sergio Casal. Sin embargo, hubo un tiempo en el que Arilla despertó muy serias expectativas como jugador individual.En su etapa junior ganó el título de Roland Garros, el nacional de Australia, y en 1959, a sus 18 años, se impuso en la Orange Bowl y fue considerado uno de los mejores júniores del mundo. "Mi progresión era muy buena. Había conseguido buenas victorias sobre los jugadores más destacados de mi edad. Pero tuve muy mala suerte porque me lesioné y estuve 18 meses sin poder jugar", recuerda.

La lesión se le produjo en el momento más inesperado. Arilla viajó a Madrid para un enfrentamiento entre las selecciones de Cataluña y Castilla y, jugando un partido contra Santana, saltó para alcanzar un globo y pegar un smash y cayó mal. "Me rompí el menisco y los ligamentos cruzados de la rodilla derecha", explica; "ahora no sería una lesión tan seria, pero entonces, en 1959, solía ser una lesión definitiva".

Arilla fue operado. Pero su evolución parecía estancada. "Entonces decidí hacer algo", cuenta; "pedí permiso a Enric Llaudet, el presidente del Barcelona, para poder proseguir mi recuperación en el club blaugrana. Durante cinco meses fui cada día al estadio, trabajé en el gimnasio, y Ángel Mur [el masajista del club] me trató diariamente. Mur me hizo llorar de dolor. Pero debo agradecerle lo que hizo por mí. Sin él nunca habría vuelto a jugar".

Arilla se recuperó al final y disputó todavía la Copa Galea defendiendo a España. "Hice algunos buenos resultados individuales, pero decidí centrarme en los dobles. Jugué con Andreu Gimeno, Santana y Joan Gisbert. Todos se acuerdan del doble con Santana. Pero el mejor resultado lo logré con Gimeno: finalistas en Roland Garros en 1960", concluye.