"Raúl ha sacado un gol de la nada"

"Aquello no era ocasión, ni era nada. Y de repente, gol de Raúl. En el banquillo nos hemos quedado mirando como dieciendo, ¿qué es esto? Jugadores como Raúl son los que marcan las diferencias y por eso juegan en el Real Madrid. Luego Morientes ha marcado fácil y el gol de Helguera también es muy bueno. Y por eso están donde están y cobran lo que cobran". Con estos argumento, Miguel Ángel Lotina, técnico del Osasuna, justificó la dolorosa derrota de su equoipo, que aguantó durante muchos minutos al Madrid con un jugador menos y que encajó el gol de la derrota en el tiempo añadido. No hubo quejas sobre el árbitro, "no quiero hablar sobre su actuación", dijo Lotina, que culpó a los suyos de la jugada de la expulsión de Nuno: "El error es nuestro por echar el balón atrás y la culpa de que vayamos los últimos la tenemos nosotros".Del Bosque, mientras, habló de cansancio para justificar al tono dado por los suyos, destacó el partido realizado por Osasuna y reconoció que su equipo no debía haber pasado tantos apuros cuando estaba en superioridad numérica.

Mucho se había hablado antes del partido del ambiente que se iba a encontrar el Madrid en la grada. Lo cierto es que nada pasó. Pamplona fue durante toda la semana una teoría de invenciones. Las viejas peleas futbolísticas de antaño se convirtieron en guerra anunciada y así comenzaron los preparativos de un partido planteado como de alto riesgo, y así podrían haber sucedido los acontecimientos, si no hubiera en el aire esa sensación de que todo se trataba de invenciones. Invención fue la promesa de que en el Graderío sur no estaría la policía, invención fue que los Indar Gorri, la peña más radical de Osasuna, se fuera antes de comenzar el partido por una puerta para entrar poco después por otra. La grada estuvo animosa, y guerrera, pero al mismo nivel que requería la presencia en El Sadar del actual campeón de Europa.