Derrota para Gore

Las papeletas mariposa de Palm Beach son perfectamente legales y no hay ninguna razón para repetir las elecciones en ese condado de Florida. Así sentenció anoche el Supremo de Florida, propinando una gran derrota a Gore. El primer motivo de rebeldía de los demócratas frente a la victoria oficial de Bush en Florida fue, precisamente, el confuso diseño de estas papeletas, que llevaron a miles de jubilados a votar erróneamente por un candidato ultraderechista.Dando la razón a Bush, el Supremo de Florida sentenció que esas papeletas, diseñadas por la demócrata Theresa Lapore, fueron aprobadas por los dos partidos y expuestas al público con la suficiente antelación para que pudiera estudiarlas. El máximo organismo judicial de Florida, de tendencia demócrata, también rechazó una petición de Gore para forzar un inmediato recuento manual de 14.000 votos en litigio en Palm Beach y Miami-Dade.

Aislado en su residencia oficial de Washington, Gore mantenía anoche su combatividad. Ha ido reduciendo su círculo de consejeros a su esposa Tipper, su hija Karenna y el matrimonio Joe y Hadassah Lieberman, un núcleo de hierro que le empuja a no rendirse. Quizá sea tarde para hacerlo pensando en las presidenciales de 2004. No es seguro que el Partido Demócrata le escoja dentro de 4 años. Es el candidato que no pudo conseguir en las urnas la gran victoria demócrata que correspondía a una situación económica tan boyante. Y se perfila ya una "restauración Clinton" a través de Hillary. El humorista Jay Leno bromea diciendo que, según los sondeos, el 60% quiere que Gore arroje la toalla, siendo sus abogados el otro 40%.