Un ex ministro de Chirac, implicado en el escándalo de la alcaldía de París

Michel Roussin, jefe de gabinete entre 1986 y 1988 de Jacques Chirac cuando éste era primer ministro y también cuando el hoy presidente francés volvió a ocuparse de la alcaldía de París, y ministro de la Cooperación en 1993, fue interrogado ayer por la policía financiera en relación con las comisiones ocultas cobradas por el gobierno de la región Île-de-France (París y su área metropolitana).Entre 1989 y 1996, este gobierno atribuyó, a través de una serie de concursos trucados, el mercado de construcción y mantenimiento de institutos de enseñanza. Los contratos, que se repartieron una serie de sociedades de obras públicas, supusieron 28.000 millones de francos (unos 700.000 millones de pesetas). De ese montante total, un 2% fue desviado para que sirviera para financiar distintos partidos políticos.

El interrogatorio de Roussin, que sucede a los de Louise-Yvonne Casetta, recaudadora del gaullista RPR; Jean Pierre Thomas, tesorero de los liberales, y Gérard Peybernes, uno de los responsables de las finanzas del Partido Socialista hasta 1992, puede preceder al procesamiento e incluso eventual encarcelamiento de alguno de esos personajes.

Ese 2% destinado a alimentar la caja de los partidos -unos 15.000 millones de pesetas- se repartía de la manera siguiente: 1,2% era para las formaciones de la derecha y el 0,8% restante se le entregaba al Partido Socialista para que éste atribuyese la parte que estimaba adecuada a sus socios comunistas.

Todos estos datos, que han sido confirmados por las declaraciones de Christine Lor, antigua consejera para asuntos escolares del gobierno regional, coinciden con los revelados por Jean-Claude Méry, fallecido tesorero oculto del RPR, a través de un vídeo en el que llegaba a implicar a Jacques Chirac.

El caso Roussin vuelve a mezclar al entorno del presidente de la República en historias de comisiones ocultas. Sólo su condición de figura a la que la justicia únicamente puede perseguir en caso de alta traición parece evitar que Chirac haya sido ya citado a declarar en diversos sumarios relativos a historias de corrupción.