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Tribuna
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Manos libres

Es obligado escribir del PSOE andaluz. Veinte años gobernando y a las puertas de un congreso del cambio tranquilo es lógico que haya despertado enorme interés, dentro y fuera del partido. El PP andaluz analizará con lupa sus resultados. La nueva ejecutiva tiene el reto de convalidar resultados y, si es posible, alcanzar la mayoría absoluta, sin más compañeros de viaje que sus propias fuerzas. Manuel Chaves tiene manos libres para introducir cambios, que serán profundos. En su agenda, posiblemente consultados con Antoñita, su mujer, y algunos privilegiados más, figuran los nombres para la innovación y el cambio. Un grupo aparece con fuerza; los municipalistas, precisamente el sector que más cerca estuvo en el apoyo a Zapatero. Las miradas de los socialistas están puestas en Andalucía, después de los fiascos de País Vasco y Madrid.El conocido instinto cainista del PSOE no parece que vaya a producirse en Andalucía. La autoridad moral, política y de liderazgo de Chaves no está en cuestión. No debe tener problema para configurar una ejecutiva en la que las familias, las cuotas provinciales, con sus baronías, pasen a la historia, salvo sorpresas. Chaves tendrá que hacer encaje de bolillos y prepararse para algún regate en corto. Deseable el equilibrio territorial, pero sin pasarse.

Chaves tiene la oportunidad de colocar en su sitio a los clanes estructurales que han dominado al partido. El sentir de las asambleas previas al congreso regional van por esta vía. Item más: ha habido una rebelión detectada en las agrupaciones ante quienes sólo desean aferrarse a su sillón.

Fijar, de entrada, una renovación con un guarismo, el 20% por ejemplo, es entrar en un congreso hipotecando el futuro. Dicho esto, tampoco se trata de tirar por la borda, arrinconar y olvidar a quienes en estos años demostraron capacidad de trabajo, de ilusión, de generar motivaciones y estar cerca de los ciudadanos; de anteponer el partido a sus preferencias personales. Hay muchas formas de hacer política y Manuel Chaves sabe que, si la nueva ejecutiva vuelve a estar hipotecada, con un partido esclavo de sus luchas internas, se le pondrá en bandeja a Celia Villalobos gobernar Andalucía, por muchos que sean, que no lo son tantos, los apoyos de Arenas a Teófila Martínez.

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