El diálogo con el PNV y el Gobierno de concentración
Nicolás Redondo se mostró ayer contundente sobre el diálogo con el PNV: "No ha servido para nada". Los contactos han concluido con "buenas formas y fracasos políticos claros". El partido de Xabier Arzalluz, subraya Redondo, "estaba en otra estrategia y ha tenido una actitud impresentable". "El diálogo sin límites", concluyó, "es una tontería. Hay que definir con quién, cómo y para qué".Redondo se desmarcó nítidamente de la propuesta de Gobierno de concentración efectuada por el líder socialista catalán, Pasqual Maragall. El reelegido secretario general del PSE, que restó importancia a la división interna de su partido, se decantó, de nuevo, por la convocatoria anticipada de elecciones en Euskadi: "El partido se encuentra en una magnífica situación para obtener un resultado extraordinario".
Mucho más directo respecto a la iniciativa de Maragall fue el dirigente alavés y senador Javier Rojo. "Nos parecen bien todos los consejos que nos vienen dando de fuera, todos los ánimos y todas las opiniones. Pero los socialistas vascos somos quienes decidimos la política que hay que hacer en Euskadi".
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