La izquierda se emplaza a sumar esfuerzos para poner fin al "régimen" de Pujol

Los máximos dirigentes de los partidos parlamentarios de la izquierda catalana convirtieron la apertura de la sexta asamblea de Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V), que se inauguró ayer en Barcelona, en una manifestación inequívoca de que están dispuestos a trabajar juntos para poner fin al "régimen" de Jordi Pujol. El presidente de IC-V, Rafael Ribó, que mañana pasará el testigo a Joan Saura como presidente de la formación, hizo una apelación a "construir la alternativa" que fue recogida con entusiasmo por los líderes de todos los partidos de izquierda.

El presidente del Partit dels Socialistes (PSC), Pasqual Maragall; el secretario general de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod, y el diputado Oriol Nel.lo, en representación de Ciutadans pel Canvi, no asistieron a la inauguración de la asamblea como convidados de piedra, sino que aprovecharon sus intervenciones ante el pleno para emplazarse mutuamente a tejer una alternativa al Gobierno de Pujol. Todos subrayaron que el proceso debe respetar la "pluralidad" de las izquierdas, pero todos se mostraron igualmente dispuestos a impulsarlo.El fuego lo abrió Ribó, con un discurso en el que dejó claro que tiene la intención de seguir activo en la primera línea política empujando en favor de la unidad de las izquierdas, a pesar de que deja la presidencia de IC-V. Los delegados lo escucharon con frialdad, pero al final le dedicaron un largo aplauso en reconocimiento a su trayectoria al frente del partido.

Ribó habló del Gobierno de CiU en términos de "régimen", expresión que fue recogida después por Carod, y se dirigió a los delegados de IC-V para que se vuelquen en construir la alternativa. Ribó se dirigió también al resto de líderes de la izquierda, que le escuchaban desde la primera fila: "Apelamos, de nuevo, a todas las fuerzas a trabajar en cómo debería levantarse la alternativa", dijo Ribó, quien leyó la resolución parlamentaria de la izquierda en el pasado debate de política general para darle rango de "miniprograma" conjunto.

Todos recogieron el guante. Maragall pidió "ayuda" para levantar una "alternativa catalana": "Se trata de preparar sin más dilación el retorno del progresismo al Gobierno de Cataluña", afirmó el jefe de la oposición socialista, quien en un juego de palabras llamó a "tomar la iniciativa". Oriol Nel.lo, diputado de Ciutadans pel Canvi, se consideró embarcado "en el proyecto común [con IC-V] de cambiar la forma de gobernar en Cataluña". Pero también Carod, que fue muy aplaudido, se mostró dispuesto a "caminar juntos sin ser satélite de nadie". En un discurso muy alejado de cuando abrazaba la equidistancia, el dirigente republicano propuso completar "plenamente y del todo" los objetivos que la izquierda se fijó en la transición, entre los cuales destacaba precisamente gobernar en Cataluña.

Núria de Gispert (UDC), Alberto Fernández (PP) y Ramon Camp (CDC) también intervinieron ante los delegados para hacer expreso su "respeto" a Iniciativa y felicitarse por el buen clima que a su juicio se da en la política catalana.