El Barça, práctico y efectivo
Rivaldo y Kluivert materializan la superioridad azulgrana frente a un Brujas menor
Dos goles y para casa. Y la eliminatoria, encarrilada. El Brujas no era tan fiero como lo pintaban. No necesitó mucho el Barça: la eficiacia de Rivaldo y Kluivert, una dosis de agresividad para contener los excesos de los belgas y un fútbol convencional. Poco más: esto es la UEFA, no la Liga de Campeones, y el fútbol belga pareció anoche poca cosa. Los azulgrana, que diseñaron un partido práctico, destrozaron las impresionantes estadísticas del líder de Bélgica, que suma 13 victorias consecutivas en la Liga. Ayer pagó su inexperiencia y se quedó seco. Serra Ferrer, que estaba contra las cuerdas, ganó sobre todo tiempo para reconstruir un equipo que perdió el norte tras quedar fuera de la primera división europea. El Barça seguirá vivo seguramente en Europa hasta la próxima primavera. La Liga es otra cosa y otra historia.Serra Ferrer se la jugaba y no engañó a nadie. El mallorquín, temeroso de la potencia ofensiva del Brujas, recuperó la defensa de cuatro hombres y aplicó el 4-4-2, el sistema que utilizó en el Mallorca y en el Betis. Tres fueron los damnificados: el técnico renunció a las carreras por la banda derecha de Simão, al coraje de Puyol y a la contundencia de Petit. Serra Ferrer recurrió al poder naranja. Los holandeses, cinco ayer, marginados en las últimas semanas, entraron en masa. Recurrió al legado de Van Gaal en el día más crítico. Todo un dato. Tuvo suerte Van Gaal de ver en el Jan Breydel a la mitad de su selección. Fue un equipo inédito: Xavi y Cocu llevaron el timón, Overmars apareció por la izquierda y Gerard debía quedarse por la derecha. Eso sobre el papel: el canterano es media punta y basculó hacia el centro, por lo que el flanco derecho quedó vacío.
BRUJAS 0 BARCELONA 2
Brujas: Nemec; De Cock, De Brul, Lembi (Lesnjak, m. 70), Van der Heyen; Simons, Englebert, Vermant (Smoulders, m. 78); Verheyen; Mendoza y Martens (Janssen, m. 62).Barcelona: Arnau (Dutruel, m. 63); Reiziger, Abelardo, Frank de Boer, Sergi; Gerard, Xavi (Petit, m. 61), Rivaldo, Cocu; Kluivert y Overmars (Simão, m. 75). Goles: 0-1. M. 23. Overmars centra, Simons y Lembi dejan pasar el balón y Rivaldo remata de mala manera con la zurda sorpendiendo al guardameta; 0-2. M. 31. Frank de Boer saca una falta y Kluivert cabecea al fondo de la red. Árbitro: Konrad Plautz, austriaco. Mostró la tarjeta amarilla a Gerard, Verheyen, Vermant, Mendoza y De Cock. Una buena entrada en el Jan Breydel: unos 30.000 espectadores.
El Barça apareció mal colocado. El dibujo sobre el césped fue casi irreconocible. No pasaba del medio campo: sólo llegó tres veces a puerta. Mendoza, el peruano, y Verheyen, el único internacional belga, se bastaron para revelar las indecisiones de la zaga azulgrana. El partido, con un dudoso Arnau, arrancó con la misma mala pinta de otros días. Pero el Barça no había reparado en que aquello no era la Champions y que el fútbol belga está a años luz de de la Liga. El primer gol fue un reflejo de los mundos que los separan: Frank de Boer, ante la falta de noticias de la medular, más dedicada a defender que a construir, lanzó un largo pase a Overmars, que centró mal, y Rivaldo, casi cayendo, remató peor. Simons y Lembi dudaron y le dejaron una autopista. Y el brasileño no falló. El gol rompió el partido. Fue un regalo inesperado. No tardó, además, en llegar el segundo: una falta centrada desde la derecha de nuevo por Frank de Boer fue cabeceada de forma impecable por Kluivert, que se reconcilió con el gol. Una eficacia aplastante. La eliminatoria iba por buen camino, pero ni siquiera eso asentó al Barça, obligado, forzado a jugar básicamente al contraataque y defendiendo el resultado con los dientes. Nadie le reprochará eso: el partido era áspero y ayer al menos el Barça, a diferencia de otros días, derrochó fuerza.
El Brujas realizó tras el descanso un monólogo preñado de impotencia. Mendoza, que había pronosticado que su equipo sumaría una nueva goleada, cabeceó en el arranque enviando un balón al palo y luego Arnau se lució despejando al larguero otra pelota que entraba. No pudo hacer más el canterano: Lembi le agredió al intentar cabecear, y acabó lesionado. Dutruel, castigado desde la derrota en Mallorca, volvió bajo los palos. La mêlée del área tras la lesión de Arnau anunció aún más agresividad y entradas que rozaron la violencia. Rivaldo se libró por bien poco. Serra Ferrer lo vio venir y optó por la contención: sentó a Xavi, el guía del equipo, y dio entrada a Petit. El Barça sólo llegó con peligro un par de veces: con un chute de Overmars y otro de Rivaldo. Y acabó defendiéndose como gato panza arriba: fue el reflejo de un equipo destronado y al que sólo le quedaba ayer amarrar un buen resultado para reencontrar parte de la paz perdida.
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