"No quiero que la gente me vea como el típico jugador inglés"
Steve McManaman (Liverpool, 1971) se confiesa optimista, con ritmo, amante de los caballos de carreras -posee tres a medias con Robbie Fowler, jugador del Liverpool- y feliz de seguir en el Real Madrid. Algo que tuvo difícil en agosto, cuando el club le anunció que prefería prescindir de sus servicios, que no iba a jugar. Sin embargo, el miércoles pasado, en el estadio de Elland Road, se puso las botas por cuarto partido consecutivo como titular. Fue el mejor. Pregunta. ¿Cuál es su situación en el Madrid?
Respuesta. Mejor que hace dos meses.
P. ¿Nunca pensó en bajar los brazos?
R. Siempre me sentí muy bien en este equipo. Incluso en la pretemporada, cuando surgió el asunto. Todo lo que me importó fue pertenecer a un club de éxito. Nunca me quise ir de él.
P. ¿Considera que su partido contra el Leeds ha sido muy importante para usted?
R. Sí, porque demostré que puedo jugar por la izquierda. Pero el Leeds jugó con tres defensas centrales y se me hizo muy difícil desbordar. Me pusieron a Kelly y Mills por mi banda. Así que busqué una salida hacia el interior. Me moví hacia adentro y hacia afuera y los defensas se confundieron un poco.
P. ¿Cuál es su fuerte?
R. No es necesario driblar a ocho rivales para jugar bien al fútbol. A mí me gusta jugar sin balón también. Me gusta mirar lo que están haciendo mis compañeros cada vez que tengo la pelota, abrir espacios y buscar la mejor opción de pase. ¿Por qué insistir en tener el balón cuando hay otro jugador en mejor situación? En los últimos diez días he jugado en tres posiciones diferentes y me he sentido muy bien.
P. ¿Cree que el equipo se ha partido por la falta de centrocampistas puros?
R. Es probable que el problema de los últimos partidos haya sido la falta de jugadores en el medio campo. Pero no lo sé. El hecho es que en Leeds, con Guti por delante y Helguera y Makelele por detrás, las cosas fueron muy bien. Me gustó el espíritu de colaboración que hubo en todos los aspectos.
P. ¿Tiene un optimismo a prueba de balas?
R. En el fútbol las cosas cambian de semana en semana. Vas al banquillo, a la grada, te lesionas... Nunca debes apresurarte. Te tienes que detener para pensar muy bien las decisiones que tomas. Yo siempre supe que para que este equipo tuviera éxito iba a necesitar 25 jugadores. Es imposible tener éxito con 15. Por lo tanto, iba a ser necesario.
P. ¿Qué tipo de jugador le llama la atención?
R. Desde siempre me gustaron los dribladores. Los creativos. Como Duncan McKenzie, mi héroe de la infancia. Jugaba en el Everton y no ganaba nunca nada, pero eso era lo de menos. Lo importante era el efecto que generaba en el público. Entusiasmaba.
P. Eso es romanticismo.
R. Exacto, soy un romántico.
P. ¿Se considera un futbolista extraño?
R. En Inglaterra siempre dijeron que era diferente y a mí me gusta que me perciban de esa forma.
P. ¿De qué forma?
R. No quiero que la gente me vea como lo que se considera el futbolista inglés en el sentido tradicional: un estúpido con dinero, que da patadas, tira balones largos y pelea mucho. Me gusta que me vean como a un tipo inteligente, que no se pasa todo el día dando exclusivas en los periódicos a cambio de dinero.
P. ¿Qué disco se ha llevado a Tokio?
R. Ninguno. La música la lleva Solari.
P. ¿Qúe está escuchando ahora?
R. El teléfono móvil constantemente.
P. ¿Le gusta algo más?
R. La música española me está empezando a gustar bastante. No sé ni qué discos escucho porque los suelo oír cuando estoy en una discoteca, pero me está empezando a entusiasmar.
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