Un preso de origen africano, apaleado por cinco 'skins' en la cárcel de Lleida
La dirección del centro penitenciario de Ponent, en Lleida, ha internado en celdas de aislamiento a cinco reclusos skins del módulo 3 como presuntos autores de la brutal agresión que sufrió el pasado martes un interno de origen subsahariano a la salida del comedor. La víctima fue atendida en la enfermería de numerosas contusiones y una fractura nasal. Este incidente, ocurrido 10 días después de que otro interno fuera asesinado en la ducha con una barra de hierro, ha sido la gota que ha colmado el vaso.
Los sindicatos de prisiones llevan mucho tiempo denunciando que Ponent es un polvorín que puede estallar en cualquier momento a causa de la masificación y de la falta de seguridad, tanto para los propios internos como para los funcionarios que les vigilan. El establecimiento acoge actualmente a unos 900 reclusos, de los cuales más de 80 están recluidos en el departamento especial de régimen cerrado, donde se encuentran los más peligrosos o de primer grado.En los últimos años, el nivel de conflictividad ha aumentado en la prisión leridana, fenómeno que los sindicatos atribuyen a la masificación, al elevado porcentaje de presos peligrosos y a la falta de expectativas de la población reclusa, especialmente desde que el nuevo Código Penal abolió las redenciones de penas por trabajar. Otro factor que está generando tensión entre los internos es la decisión del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de restringir el 80% de los permisos de salida que éstos solicitan.
La escalada de violencia que se registra últimamente en Ponent ha desencadenado sólo en lo que va de año más de un centenar de episodios en los que han participado internos del módulo 3, el mismo al que pertenecían los autores de la última agresión.
Ésta se produjo el pasado martes cuando cuatro presos aprovecharon un momento de aglomeración a la salida del comedor, donde ese día cenaron 119 reclusos, para acorralar a un interno negro y golpearle salvajemente con los puños, con los pies y con el palo de una fregona, mientras le insultaban con frases de contenido racista.
La reyerta fue detenida rápidamente por los funcionarios de la prisión, que redujeron a los agresores y los trasladaron a celdas de aislamiento a la espera de trasladarlos al departamento especial reservado para los presos más peligrosos, de cuyas 96 plazas están ocupadas 81.
El motivo de la paliza pudo ser la venganza, ya que el día anterior un compañero de módulo de los agresores había sido aislado por golpear también a la víctima.
Los funcionarios han denunciado que la actitud violenta y el proselitismo de los grupos de estética skin tiene atemorizados a los internos negros que cumplen condena en la prisión leridana, los cuales constituyen el 10% del total de los reclusos. Los dirigentes sindicales de la cárcel aseguran que con más personal y medios técnicos este tipo de incidentes violentos se podrían evitar, y añaden que estos hechos son comunes al resto de las prisiones catalanas por falta de una verdadera política penitenciaria.
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