La Facultad de Economía de Valencia estudia adoptar el nombre de Lluch
La comunidad académica valenciana mostró ayer su repulsa por el asesinato de Ernest Lluch, uno de los profesores más estimados durante el convulso e importante periodo, de 1969 a 1976, en que impartió clases en la entonces naciente Facultad de Economía. El claustro de la Universidad de Valencia suspendió su sesión plenaria durante 15 minutos y la junta de centro estudia la propuesta de adoptar el nombre de Lluch para la Facultad de Economía.
Ernest Lluch fue uno de los fundadores del Partit Socialista del País Valencià (PSPV), desde donde defendió la fusión con el PSOE en los primeros años de la transición política española y tuvo una influencia decisiva en la configuración actual de la izquierda valenciana. En 1975 fue detenido, junto a otros dirigentes de la izquierda, en un episodio que se conoció como Los diez de Alaquàs. Tras su marcha de Valencia, Lluch continuó manteniendo una estrecha relación con la Comunidad Valenciana, que visitaba con regularidad y donde mantenía un buen número de amistades desde los duros años de la transición política. De hecho, tenía en proyecto diversos estudios en colaboración con economistas valencianos, así como la reedición de su ensayo La vía valenciana, que ganó en 1975 uno de los prestigiosos Premis Octubre.
En su faceta docente fue uno de los pioneros en el estudio riguroso de la economía valenciana. Desde su cátedra de Historia del Pensamiento Económico ejerció un magisterio indeleble a distintas generaciones de economistas, que más tarde ocuparon cargos políticos clave en la democracia. Fueron alumnos de Lluch los ex consejeros socialistas de la Generalitat Valenciana Vicent Soler, Segundo Bru y Aurelio Martínez, la ex alcaldesa de Valencia Clementina Ródenas; la actual alcaldesa, Rita Barberá; el ex presidente aragonés Santiago Lanuza y el secretario de Economía del PSOE, Jordi Sevilla, entre otros muchos. "Fue un magnífico investigador y profesor que generaba un gran ambiente entre el alumnado", coincidieron ayer en señalar dos de sus discípulos, los profesores Salvador Almenar y Vicent Llombart.
Todas las instituciones valencianas condenaron el atentado que causó la muerte a Lluch y convocaron paros de cinco minutos frente a las principales instituciones de la Comunidad Valenciana. El Consell de la Generalitat Valenciana expresó su más enérgica repulsa al asesinato, igual que diputaciones, ayuntamientos y el resto de fuerzas políticas y sociales.
La sede en Valencia de la Universidad Menéndez y Pelayo, de la que Ernest Lluch fue rector, suspendió todas sus actividades, mientras que en el resto de universidades se suspendieron temporalmente las clases. La noticia de que los terroristas habían silenciado la voz de Lluch cayó como un mazazo en la izquierda valenciana, especialmente en la familia socialista.
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