Desarticulada una red que expedía papeles falsos a inmigrantes ilegales
300 expedientes
Agentes del Grupo III de la Brigada de Extranjería y Documentación del Cuerpo Nacional de Polícia han desarticulado una red de falsificación dedicada a expedir documentación falsa a inmigrantes ilegales. En la operación policial han sido detenidas cuatro personas, entre ellas tres abogados.Los letrados detenidos -Luis M. M., de 29 años, José P. G., de 31, y Gloria Esperanza A. M., igualmente de 31 años- utilizaban sus bufetes situados en Madrid para expedir certificados médicos, facturas o contratos de arrendamiento, todos falsos, para que los inmigrantes pudieran utilizarlos para justificar su residencia en España antes del 1 de junio de 1999, requisito imprescindible para poder conseguir su regularizacion. La cuarta detenida en la operación policial es Ángeles M. M., de 70 años.
Entre los documentos incautados en las oficinas de los abogados figuran certificados oficiales de clínicas inexistentes y contratos de arrendamiento falsos.
La red cobraba a los inmigrantes ilegales cantidades que oscilaban entre las 100.000 y las 300.000 pesetas, por lo que el botín obtenido podría llegar a los 50 millones de pesetas, según aseguró ayer un portavoz de la Jefatura Superior de Policía.
Los papeles falsos llevaban el nombre y el número de colegiados muertos
Hace tan sólo unos días, los agentes registraron los dos bufetes y los domicilios de Luis M. M. y José P. G., donde, además de detener a los dos abogados, se incautaron de 300 expedientes de inmigrantes irregulares de hasta 15 nacionalidades distintas.También hallaron diferentes cartas enviadas desde el extranjero en las que se solicitaba, a dichos bufetes, los documentos falsos para que los inmigrantes pudieran acreditar la residencia en España antes del 1 de junio de 1999. En el mismo registro, los agentes intervinieron un número indeterminado de pasaportes.
Según explicó ayer un portavoz de la Jefatura Superior de Policía, los miembros de la red desarticulada requisaban estos pasaportes a sus clientes para tenerlos controlados en todo momento, y sólo se los devolvían cuando abonaban el trabajo realizado.
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