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El Teatre Malic combina humor y drama con sus dos últimos montajes

Desde esta semana y hasta el 10 de diciembre coinciden en el Teatre Malic de Barcelona dos espectáculos de signo muy diferente: Fer un cafè. Pràctica per a comediants y Esperando a Godoy. El primero, que se estrenó el miércoles, gira en torno a la infeliz relación de un hombre y una mujer condenados a no entenderse. La segunda producción, estrenada ayer, es en cambio una propuesta de humor surrealista e irónico. Pese a sus diferencias de género y estilo, ambos tienen en común una cierta mirada amarga a la vida y el ser humano.Fer un cafè es la primera obra de Emili Baldellou (Lleida, 1973) que llega a los escenarios, y lo hace con el aval del premio Les Talúries, concedido por el Institut d'Estudis Ilerdencs. Según su autor, abogado en ejercicio y estudiante de cuarto curso de dirección y dramaturgia en el Institut del Teatre, el suyo es "un texto para cobardes, para aquellas personas que no llegan a hablar nunca de los sentimientos".

La historia está narrada en cuatro cuadros, entre los cuales hay una elipsis de 15 años. Los dos protagonistas se van reencontrando a lo largo del tiempo para comprobar que "su relación inicial va degenerando por los malentendidos entre ellos. El miedo les obliga a callar cosas que deberían haberse dicho desde un principio, y esto les conduce a la infelicidad", dice Baldellou. El montaje ha sido dirigido por Alberto Bokos y está interpretado por Paquita Oto y Joan Bellostas.

Esperando a Godoy es el nuevo espectáculo de Godoy, humorista -él prefiere el término charlista- uruguayo afincado en Barcelona desde 1974. En él, Godoy traza un monólogo de algo más de una hora en el que trata de los grandes temas universales, como el amor, el sexo, el matrimonio, la familia, la cultura, la mentira, la estulticia... "Todo menos política, porque lo político no deja lugar para lo cómico", afirma. Su discurso, a menudo en clave surrealista, de humor absurdo, está hilvanado por una convicción que es a la vez un estímulo vital, según el humorista: "Como dijo don Antonio Buero Vallejo, en esta vida hay que esperar, esperar y esperar; es la única esperanza. Esperar a ser felices, tener dinero, casarnos, divorciarnos, morirnos...".

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