Puigneró pagará los sueldos atrasados cuando se desbloqueen las cuentas

La empresa textil Puigneró afirmó ayer que pagará la mensualidad de octubre que adeuda a sus 1.600 trabajadores cuando desbloqueen las cuentas de la firma tras nombrarse interventores judiciales. La textil suspendió pagos la semana pasada con una deuda de 24.446 millones de pesetas. Puigneró debe a los trabajadores la mitad del salario de octubre -entre 35.000 y 40.000 pesetas-. La dirección les anunció la semana pasada que esta cantidad no les sería abonada porque, con la suspensión, no puede hacer uso de los recursos.

Pese a este primer comunicado, el director general de Puigneró, Pere Puntí, aseguró ayer que el impago de la mensualidad de octubre se debe a "una cuestión meramente técnica", ya que cuando se produce la suspensión de pagos, quedan bloqueadas todas las cuentas bancarias hasta que se nombran interventores."Estamos buscando la fórmula administrativa adecuada para hacer efectivos los salarios tan pronto como sea posible", declaró Puntí, quien se mostró dispuesto al "máximo consenso" con los sindicatos a la hora de abordar la prevista reducción de plantilla, que afectará a casi 400 trabajadores. La empresa, que también adeuda a los empleados el sueldo de agosto, espera el nombramiento de los interventores judiciales para resolver la situación.

El director general de la empresa reiteró: "Estamos trabajando con varias fórmulas para arrancar la producción", objetivo principal de la presentación de la suspensión de pagos. En este sentido, Pere Puntí ya ha pedido a la Administración -a la que adeuda 20.000 millones de pesetas en concepto de impagos a Hacienda y la Seguridad Social- un esfuerzo para renegociar este pasivo. En el caso de los acreedores y proveedores particulares, el director general cree que no habrá problemas para plantear un convenio.

Puntí pidió paciencia ante la "práctica refundación de la empresa" y auguró que Puigneró saldrá adelante pese a la "comprometida situación" porque la empresa dispone de un gran número de pedidos y del respaldo expreso de sus clientes.

Por su parte, los comités de los centros de trabajo de la empresa manifestaron "intranquilidad" por el impago de salarios y por los puestos de trabajo que se perderán, y criticaron la actitud de la dirección porque, dijeron, en ningún momento se ha puesto en contacto con los empleados para exponerles la situación y plantear las medidas que se tomarán a partir de este momento.

Los 59 delegados de los centros de Roda de Ter, Sant Bartomeu del Grau y Prats de Lluçanès decidieron crear una comisión reducida de seguimiento formada por 16 delegados de todos los centros. Por el momento, se descartan movilizaciones. Sí se emplazó a la dirección a una reunión el próximo día 21 de este mes para abordar la reestructuración de personal que, según fuentes de Comisiones Obreras, afectará sobre todo a la factoría de Roda de Ter. También se acordó solicitar entrevistas con los interventores para exigir el pago puntual de los salarios, con las instituciones comarcales y locales y con representantes del Gobierno de la Generalitat.