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FÚTBOL Las selecciones entran en juego

Guti y el 'efecto Zaira'

El nuevo goleador vuelve al equipo nacional asentado en su juego gracias a Figo y a su inminente paternidad

Diego Torres

"Le haremos 'Pichichi"

Durante años el viento sopló en contra de José María Gutiérrez, Guti. "Llamarse Guti y querer triunfar en el Real Madrid suena a arriesgado", dijo Michel, el ala derecha de la Quinta del Buitre. Hasta el apodo se le convirtió en un gravamen. Y el público -fue la diana predilecta para los insultos del estadio Bernabéu-; los entrenadores; el secretario técnico, Pirri; sus compañeros... "Cada año me quedan menos amigos en este equipo", observó Guti tras la marcha de Mijatovic al Fiorentina. Una temporada después, este mismo verano, todo parecía indicar que, a sus 24 años, se trataba de un futbolista sin un destino luminoso en la alta competición. "No se le ve centrado en su profesión", apuntilló Pirri en su aireado informe. Pero su suerte estaba a punto de cambiar: su esposa, la presentadora de televisión Arantxa de Benito; Luis Figo, Vicente del Bosque, Jorge Valdano y su futura hija, Zaira, le echaron una mano."¡Mira los gorritos...! Me encantan. Sobre todo, los más sencillos y ajustaditos", comentó Guti. Rodeado de escaparates de ropa para niños, así opinaba respecto a la vestimenta de los bebés en una entrevista concedida hace dos semanas al canal televisivo de su club. "Cada momento tiene sus cosas en la vida de un bebé. Por ejemplo, esta rebequita es bastante maja. La combinas con un pantaloncito de colores vivos y con zapatillas y te queda muy bien. (...) Yo creo que calidad en la ropa para niños hay. (...) Yo quiero que mi niña sea un poquito deportiva, un poquito hippy".

No cabe duda. La suerte de Guti cambió. No hace mucho lidiaba, sombrío, contra John To-shack para ganarse el respeto del técnico galés. Esa odisea se antoja hoy vieja. José Antonio Camacho le ha convocado para jugar contra Holanda, le ha concedido otra oportunidad de hacerse con la media punta de la selección.

Si hay matrimonios que sirven para incrementar la productividad laboral, el de Guti es todo un ejemplo. "Quizá nosotros, los futbolistas, maduramos antes porque ganamos dinero siendo muy jóvenes", reflexiona; "eso nos permite formar pronto una familia. Si maduramos rápido es por una cuestión profesional". No le faltan argumentos a Guti: desde que se casó con Arantxa, hace un año y medio, no ha hecho más que consolidarse en una función en la que su equipo, acaso más que en cualquier otra, echaba en falta a un especialista: la del jugador encargado de dar el último pase ofensivo, la del media punta.

Arantxa es siete años mayor que Guti. También es el objeto central de la celebración de sus goles. Le quedan dos semanas para dar a luz a una niña cuyo nombre ya está escogido, Zaira, por el de una aficionada llamada así que un día pidió un autógrafo a Guti. Ahora guarda reposo absoluto, impuesto por los médicos, para cuidar la culminación de su embarazo.

La paternidad de Guti es inminente. Y con ella, una suerte de responsabilidad cuyo aumento acompaña a una versión suya desconocida: la de goleador. Lleva seis tantos en la Liga española y cuatro en la de Campeones. Es el máximo anotador de su equipo y un elemento clave para rematar las jugadas de su ataque, que, sin Raúl en plena forma y con Morientes lesionado, andaba a la búsqueda de definidores.

"A Guti le haremos Pichichi", dijo Figo con una sonrisa de complicidad a comienzos de temporada. Y lo está cumpliendo: de los diez goles que ha hecho siete fueron a pase del portugués. Al hueco, rasos, colgados... Guti los remató todos: de cabeza, a un toque, con control y disparo. A sus enormes condiciones con la pierna zurda -es el jugador madridista con mejores recursos técnicos- ha unido el oficio del delantero centro de toda la vida: desmarque, oportunismo, sentido de la anticipación al contrario y capacidad para saltar en el momento preciso.El director general deportivo del club, Jorge Valdano, es uno de sus valedores: "Guti tiene buen golpeo, es muy fuerte para aguantar la pelota de espalda a los defensas y es valiente. De esto no hay duda. Un tipo que se sobrepone a la adversidad como él, con su afición en contra durante tanto tiempo, es alguien valiente".

¿Qué espera el club de él? "Lo que le pedimos es que rinda siempre como en estos últimos partidos", responde Valdano. Ésta fue la consigna en su renovación contractual, firmada hace un mes y con estímulos en función de la productividad: a más partidos jugados, más dinero. Guti tiene garantizada una ficha de 270 millones de pesetas anuales con opción a otros 75 si juega más de 40 encuentros por temporada. Todo un aliciente para garantizar el máximo rendimiento de un jugador con fama de displicente, extremo que niega Valdano: "Muchos jugadores creativos suelen ser intermitentes. No es el caso de Guti".

Valdano tiene razón si se refiere al último año: desde que Del Bosque se hizo cargo del equipo y le dio tiempo de juego, desde que se casó con Arantxa, desde que Figo se convirtió en una máquina para ponerle balones, desde que se muestra como un experto en moda infantil... Guti espera ansioso a Zaira. Ahora juega como un padre responsable.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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