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NECROLÓGICAS

Jacques Chaban-Delmas, la modernización frustrada del gaullismo

La desaparición de Jacques Chaban-Delmas el pasado viernes simboliza la definitiva muerte del gaullismo y de la modernización. Del gaullismo, porque Jacques Delmas -Chaban era el alias que adoptó para convertirse, a los 29 años, en el general más joven del ejército clandestino de la Resistencia- dejó el periodismo y el rugby para ponerse al servicio del general De Gaulle desde diciembre de 1940. Fue él quien dirigió la liberación de París -Alain Delon le prestó su rostro en ¿Arde París?-, durante años fue el diputado en activo -varias veces ministro- más fiel al De Gaulle que esperaba retornar al poder, y entre 1958 y 1969 fue el presidente de una Asamblea Nacional ahora dominada por los gaullistas.Al retirarse el general, el nuevo presidente, Georges Pompidou, le nombra primer ministro para asegurarse la sumisión del gaullismo. Chaban-Delmas intenta renovar, modernizar, el ideario que había llevado a De Gaulle al poder. Europeísta, liberal, no sectario, Chaban lanza la "nueva sociedad", una fórmula kennedyana con 10 años de retraso respecto a EE UU, pero con 30 años de avance respecto a la tercera vía de Blair-Giddens en el Reino Unido. Chaban defendía "una sociedad de consumo con un suplemento de alma", y eso le llevó a crear el salario mínimo y a no condicionar sus aumentos al índice de los precios al consumo, a favorecer las negociaciones sectoriales y a liberar la televisión y la radio públicas del control del Estado. Los dos grandes consejeros de Chaban-Delmas se llamaban Simón Nora y Jacques Delors, ambos figuras del socialismo cristiano.

La nueva sociedad de Chaban parece demasiado nueva a unos gaullistas que se han acomodado al poder y demasiado liberal a unos liberales que no quieren renunciar a seguir sirviéndose de la televisión y de la radio como de un servicio de propaganda. Su amigo François Mitterrand le dijo, en el transcurso de una sesión parlamentaria, que "el primer ministro no dispone de los medios necesarios para su política". No se equivocó Mitterrand. En 1974, cuando Chaban se declara candidato a la presidencia de la República, Jacques Chirac le traiciona y organiza y lidera la disidencia de 43 diputados gaullistas. Aportarán su voto al liberal Valéry Giscard d'Estaing, al que a su vez, una vez presidente, también traicionarán Chirac y los suyos.

Alcalde de Burdeos durante 48 años, ex ministro de Transportes, de Obras Públicas, de Defensa, de Turismo, presidente de la Asamblea Nacional durante 16 años, primer ministro durante cuatro, Jacques Chaban-Delmas simbolizaba una manera de hacer política nacida de la Resistencia, en la que la amistad podía pasar por encima del partido. Fue la cara sonriente de la V República y quiso "desbloquear la sociedad". La revuelta de mayo 1968 le llevó a liberalizar un país profundamente estatalista y eso fue mal comprendido. El personaje político se completa con una faceta humana en la que ocupa un lugar importante su afición al deporte -antiguo jugador internacional de rugby, excelente tenista, buen ciclista (recorrió 250 km pedaleando para ponerse al frente del ejército clandestino de París)-, y su simpatía personal. El pasado sábado, Jacques Chirac, el hombre que hizo imposible la nueva sociedad, le rindió homenaje recordándole "como un gran gaullista, un gran resistente y un constructor de la Francia moderna".-

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