"Soy tragón desde pequeñito"

Nació en Silla (Valencia) hace 26 años. Hace dos y medio se resignó a jugar al fútbol por simple afición y para rebajar los efectos de su innata glotonería. Hoy es el pichichi de la Liga.Pregunta. ¿Le miran ahora los defensas de otra manera?

Respuesta. No. Respetan al equipo.

P. ¿Hay algún día que cambió su vida como futbolista?

R. Sí. Cuando salí de Barcelona era un chaval y me fui a Córdoba. Allí lo pasé bastante mal durante cuatro meses. Volví a mi casa. Ya no tenía ninguna ambición, sólo quería pasármelo bien. Me dejaron entrenarme con el Valencia B gracias a mi amigo Simeón, hasta que me fichó el Yeclano. Un día llegó el secretario técnico del Alavés y me fui a Vitoria. Entonces cambié el chip y me adapté a la vida profesional.

P. Es valenciano, pero nunca ha jugado en un equipo profesional de Valencia. En su trayectoria ha dado muchas vueltas: el Barça, Córdoba, Yeclano, Alavés, Numancia... ¿Se siente desarraigado?

R. En cada sitio me han tratado de diferente forma. En Barcelona me educaron como persona y futbolista. En Córdoba aprendí lo malo del fútbol. En Yecla encontré mi autoestima. En Vitoria me dieron la oportunidad de rehacerme y en Soria encontré una familia.

P. ¿Ha marcado el gol que soñaba desde pequeño?

R. Sí, en un partido sin trascendencia, con el Numancia. Lo marqué desde el centro del campo. Cuando recibo el balón, miro primero a la portería. Y, si hay hueco, chuto.

P. Eso mismo le echan en cara a veces, que mira más al portero contrario que a sus propios compañeros.

R. Sí. Es innato. No sé si es un defecto o una virtud. Todos los delanteros centro somos egoístas.

P. ¿No cree que se ha desmadrado eso de celebrar los goles?

R. Yo tengo la postura del cojo, cuando se lo dedico a mi primo. Pero soy muy espontáneo. Lo mismo me da por gritar, saltar o tirarme al suelo.

P. ¿Qué ocurre con su primo?

R. Que tuvo un accidente muy grave de moto y estuvo a punto de perder la pierna. No es un primo, sino un hermano. Tiene un quiosco y ha montado mi peña. Está más pendiente de la peña que del quiosco.

P. ¿Admira a alguien?

R. A mi padre. Es el espejo más grande que he tenido. Mis hermanos siempre me dicen que soy su ojo derecho.

P. Hay otros nombres propios, ya en el terreno futbolístico, que le dicen algo: Hugo Sánchez.

R. Sí. Me encantaba su forma de terminar las jugadas. También otros: Romario, Alfonso, Munitis.

P. ¿Y Julio Salinas?

R. Para mí ha sido como un hermano mayor en Vitoria. No se me olvidará en la vida el año que estuve con él. Cuando jugué en el Barça B él estaba en el Dream Team. Lo veía desde el campo y decía: 'joder, joder... cómo aprovecha las jugadas'. Pero no lo conocía como persona. Y es mucho mejor. No hay palabras para definirle. Es incapaz de hacer daño a nadie.

P. ¿Cómo se ve a sí mismo?

R. Soy una persona muy abierta a todo el mundo. Me gusta la broma, pasármelo bien. Nadie me va a cambiar nunca.

P. ¿Cómo define a Mané?

R. Muy serio y tiene las ideas de claras, algo importante en el fútbol.

P. Un bromista con un tipo serio... ¿Se iría de copas con él?

R. Me podría ir con cualquiera.

P. Tiene dos perros, un bull dog manso pero de cara horrorosa llamado Pepo y un yorkshire, de su esposa, que responde al nombre de Boris. ¿Tiene eso algo que ver con su apodo de Perrín?

R. No. Fue Julio, el año pasado, durante la pretemporada. Estábamos en Luchon jugando a las cartas y decía que era muy "perrín" jugando a las cartas. Desde entonces, me llaman así en el equipo. Quizás también tiene algo que ver con mi forma de jugar. Además, adoro a los perros.

P. Usted también es el encargado del hilo musical en el vestuario.

R. Sí. Intento que mis compañeros se lo pasen bien conmigo. De vez en cuando les toco la trompeta y les canto alguna canción.

P. ¿Es cierto que es glotón?

R. Sí. Dicen que soy muy buen comedor. Soy tragón desde pequeñito y seguiré siéndolo. ¡Eh! Pero intento cuidarme.