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Los espectadores de Estados Unidos aceptan personajes homosexuales

Años después de que Ellen DeGeneres hiciera el primer reconocimiento público de homosexualidad en una telecomedia, el público de Estados Unidos parece aceptar por fin esa elección sexual en los personajes de la pequeña pantalla. Ellen fue cancelada por falta de audiencia, lo que en último término demostraba un rechazo de los espectadores a semejante atrevimiento. Sin embargo, después de décadas marginados o ignorados por la televisión, el medio ha dado la espalda al puritanismo más reaccionario, y los telespectadores de EE UU aceptan la homosexualidad con una naturalidad extraña para este país.

'Emmies' para 'Will & Grace'

La televisión estadounidense sólo permitía hasta ahora que los escasos personajes homosexuales que aparecían en pantalla se ajustaran a los estereotipos más amanerados y no tuvieran demasiado peso existencial ni narrativo. Se podía ser gay como Billy Cristal en la antigua serie Enredo, pero no "demasiado gay", como Ellen DeGeneres en la reciente comedia Ellen. Ese dogma ha cambiado en apenas dos años. En primer lugar, se acepta abiertamente que los protagonistas de algunas de las teleseries más populares sean homosexuales: hay gay en dramas como Policías de Nueva York o Urgencias (la doctora Kerry Weaver), hay adolescentes gay en Felicity o en Dawson Crece (que incluyó el primer beso de la televisión estadounidense entre dos estudiantes homosexuales) y hay incluso personajes de animación gay, como Smithers en Los Simpson o el perro de South Park.

Sin esta presencia de personajes homosexuales cada vez más intensa -y cada vez más ajustada a la realidad- no se habría producido un fenómeno sociológico inesperado. Cuando fue un concursante gay quien ganó el concurso Survivor (Supervivientes), el fenómeno televisivo que mantuvo en vilo al país durante el verano, no pasó nada. Ninguna publicación, ni siquiera las más conservadoras, acostumbradas a poner el grito en el cielo en defensa de los valores recios y rancios, hizo comentario alguno sobre la orientación sexual del concursante.

Una de las telecomedias de mayor audiencia, Will & Grace, en la NBC, está protagonizada por una pareja homosexual de la que el público norteamericano parece profundamente enamorado. Esta serie, con Eric McCormack en el papel de Will, es un producto de James Burrows (el maestro detrás de Cheers). Fue galardonada como la mejor comedia en la última edición de los Emmy y dos de sus actores secundarios también fueron premiados.Otras cadenas siguen la tendencia: la Fox se ha atrevido a poner a John Goodman (Roseanne)de padre homosexual en la serie Normal, Ohio, mientras la cadena CBS prepara varios proyectos con protagonistas homosexuales, incluyendo el regreso de Ellen DeGeneres, con una serie sobre una mujer que cambia la vorágine urbana por la vida en una pequeña localidad.

Incluso la cadena latina Telemundo prepara una serie en español, titulada Los Beltrán, con personajes homosexuales (se llaman Kevin y Fernandito).

No es sólo que el público más cerrado acepte la homosexualidad en dramas y comedias tranquilizando su conciencia con la excusa de que es una "homosexualidad ficticia" (porque son "sólo" personajes). Es aún más importante comprobar cómo en la retransmisión de los premios Emmy el presentador, Garry Shandling, reconocía que debería "borrar las dos erres" de su nombre. Incluso las cámaras mostraron cómo un guionista premiado por Malcolm in the Middle besaba a su compañero antes de subir al escenario. Y no pasó nada.

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