Zaplana defiende en Shangai el papel del Ivex y la oposición critica que se ausente para evitar responder

El presidente de la Generalitat Valenciana, Eduardo Zaplana, aprovechó ayer su visita comercial a Shangai (China) para defender el buen hacer del Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex) en el extranjero. Zaplana, cuyo grupo parlamentario se niega a que el presidente comparezca en las Cortes para explicar el caso Ivex, aseguró que "todos los empresarios valencianos están francamente satisfechos del apoyo que reciben" de las oficinas del instituto en China. Mientras, la oposición política en las Cortes le acusó ayer de ausentarse para evitar responder al conflicto. Una huida hacia adelante de la que se ha acusado en los últimos años a diversos dirigentes políticos españoles, a los que se critica que intensifiquen su actividad en el extranjero cuando las aguas propias bajan revueltas. En este sentido, el portavoz adjunto del grupo socialista, Andrés Perelló, criticó ayer que el presidente del Consell tiene "la virtud de la ausencia oportuna cuando estalla algún conflicto del que tiene que dar respuesta". "Cuando hay algún asunto importante que muestra las vergüenzas del presidente, siempre nos encontramos que éste está aterrizando o sobrevolando algún país extranjero", ironizó. Perelló espera que Zaplana comparezca a su vuelta ante las Cortes para "dar cuenta del fruto de sus viajes". "Esperemos que, en este caso, la oposición no hiera su sensibilidad y no lance a sus secuaces para respondernos con sus ordinarieces", comentó. A las críticas socialistas se unió Joan Ribó, portavoz de Esquerra Unida en las Cortes. Ribó emplazó a Zaplana a que "además de preocuparse por los temas económicos, tenga en cuenta por una vez los derechos humanos del pueblo chino" y pida al Gobierno chino una moratoria de la pena de muerte que se practica en ese país.