"El cambio tranquilo se va a visualizar en Andalucía"

Pregunta. ¿El apoyo abrumador a la gestión de la ejecutiva es un cheque en blanco a Chaves para que haga la ejecutiva que quiera?Respuesta. No, no. Ni lo entiendo como un cheque en blanco ni... ¡Esto no es un cuerpo militar, un ejército que funciona a la orden de quien manda! Hay un debate vivo, se discuten las cosas y se contrastan las opiniones. Estamos recuperando el diálogo dentro de la diferencia. Se puede tener distintas posiciones y, al mismo tiempo, trasladar a la opinión pública que las discrepancias no son sinónimo de crisis. El hecho de que en el partido no haya una posición unánime en todo es que ha habido más de 1.200 enmiendas a la ponencia marco. Los congresos son foros de transacción, de discusión y, al final, eso se dirime votando. A veces hay una coincidencia muy mayoritaria, como en esta ocasión, y en otras se resuelve con los votos de la mayoría y de la minoría.

P. Hace tres años ustedes buscaban más el encaje de las diferentes posiciones.

R. Esa etapa está ya superada. En el momento en que en nuestros congresos se vota de forma individual y secreta la cohesión tiene todavía más valor, porque supone la suma de voluntades. Cuando votaba sólo el que encabezaba la delegación era más fácil buscar una estrategia de congreso para que el resultado fuera la unanimidad.

P. ¿Esperaba el triunfo de la lista crítica en Córdoba?

R. Lo de Córdoba es un problema provincial arrastrado desde hace tiempo. La información que teníamos es que la lista alternativa podía ganar, pero se ha producido el resultado que han querido los compañeros. Creo que hay que hacer una lectura acertada de lo que ha ocurrido en Córdoba e intentar superar esa situación.

P. Pero la ejecutiva regional ha avalado esa candidatura de los críticos.

R. La ejecutiva ha tenido muy poca participación en la lista de Córdoba. Lo que hemos trasladado es la reflexión de que había que buscar soluciones para sacar de la situación de crisis a esa agrupación. Era necesario cohesionar a una alternativa en Córdoba, la cual parte de diferentes sensibilidades en la propia provincia. Pero no hemos vetado a nadie, ni diseñado una estrategia regional para beneficiar o ayudar a los compañeros que han ganado. Yo no estoy de acuerdo con la opinión de Pepe Mellado [secretario provincial] de que el Gobierno andaluz ha estado desarrollando una estrategia para debilitar su posición política.

P. ¿Por qué cree que el Gobierno andaluz no ha tenido una buena acogida después de que el PSOE ganara por sexta vez las elecciones?

R. Todavía es muy pronto para poder hacer una evaluación del trabajo del Gobierno. Las elecciones autonómicas se celebraron en marzo, el Gobierno lo nombró el presidente de la Junta en mayo, ha habido un periodo vacacional, casi la mitad de los consejeros son nuevos y han tenido que elegir sus equipos y enfrentarse a un presupuesto. Pero este Gobierno ya ha dado pruebas de que va a desarrollar un trabajo positivo en la línea del cumplimiento estricto del programa electoral del PSOE y ese contrato tiene un plazo de ejecución de cuatro años. Se han visto iniciativas que combaten ese mensaje que traslada el PP de que es un Gobierno paralizado.

P. Sin embargo, los propios alcaldes socialistas cuando se reúnen con Chaves, le reclaman más dinamismo a las consejerías.

R. Eso es lógico. Los alcaldes tienen que cumplir con su obligación y nunca están satisfechos de lo que las administraciones realizan para sus municipios. Que los alcaldes sean reivindicativos con la Junta y el Gobierno central es bueno y no tiene porqué indicar que haya malestar entre los alcaldes y el Ejecutivo andaluz.

P. ¿Cómo va a trasladar Manuel Chaves a Andalucía las expectativas, muy elevadas, generadas por el cambio tranquilo?

R. Yo creo que los resultados de los congresos en vez de situarnos en la autocomplacencia nos obligan a entenderlos. Chaves tiene un margen suficiente, amplio e importante a raíz del respaldo que ha obtenido en los congresos provinciales para seguir liderando el cambio y la renovación que el PSOE inició en 1994. En estos seis años ha ido combinando acertadamente una serie de elementos como la incorporación de jóvenes y de mujeres al partido y a los grupos parlamentarios. En eso va tener un amplio margen para presentar una ejecutiva que va a satisfacer a la mayoría de los delegados.

P. La incorporación de jóvenes no supone ningún plus por sí mismo. La ejecutiva actual tenía una media de edad de 44 años cuando fue elegida.

R. Una de las claves para enlazar con esa pulsión de cambio que se da ahora mismo en el PSOE de Andalucía es conectar con el mensaje que salió del 35º Congreso Federal. Eso es posible y creo que Manolo Chaves lo va a hacer. Combinando la experiencia acumulada en los últimos años con la incorporación de gente con capacidad y responsabilidad suficiente.

P. Pero el cambio tranquilo se tendrá que visualizar en caras y en personas.

R. Estoy absolutamente convencido de que eso se va a visualizar. ¿En qué términos? Eso es una responsabilidad de la persona a la que se le va encargar la tarea de dirigir el partido para los próximos años.

P. Pero no es lo mismo cambiar al secretario de Medio Ambiente que, por ejemplo, a usted. Hay muy poquitos puestos en los que se puede fotografiar ese mensaje del 35º Congreso.

R. No es que no quiera contestar, pero a quien le corresponde hacer esa evaluación y la propuesta es al secretario general. Lo que sí sé es que él no va a tener ninguna dificultad para hacer la ejecutiva que considere que tiene que hacer, porque tiene un conocimiento bastante claro de cuál es la situación del partido en Andalucía, de lo que quieren los militantes y un termómetro de lo que han significado los congresos provinciales. En la ejecutiva regional ha habido un núcleo de compañeros que fuimos básicamente los mismos que produjimos el cambio en 1994 y que ha desarrollado una tarea muy positiva hasta 2000. Y creo que ese trabajo también ha sido valorado por los congresos provinciales.

P. ¿Usted quiere seguir?

R. Siempre digo que para estar en política hay que tener ganas, ideas y apoyos. Creo que esos tres elementos los reúno. Si al final se decide que tengo que estar en la ejecutiva regional, pues... encantado.

P. ¿En el mismo puesto?

R. En el mismo puesto o en otro.

P. ¿La polémica por la designación de los senadores autonómicos generó problemas de desconfianza entre el núcleo de dirigentes del PSOE?

R. No creo que haya habido problemas de desconfianza. Lo que ocurrió fue que las prioridades desde marzo hasta julio , para que el congreso federal saliera bien, originó problemas de disfunciones y desajustes. Se trata ahora de ajustarlos. Hemos dialogado muchísimo en esta ejecutiva regional y ha sido un diálogo rico y, a veces, de diferencia entre nosotros, aunque hayamos trasladado una posición cohesionada. Cuando se han tomado las decisiones no han sido porque se ha dicho: 'Esto es lo que hay', sino que ha habido una discusión previa y fruto de ese diálogo ha habido una convergencia.

P. Hay dirigentes que creen necesario que más personas participen en la toma de decisiones.

R. Y estoy de acuerdo. La ponencia marco apuesta precisamente por institucionalizar ese debate y esa coordinación entre el partido y el Ejecutivo a través de una comisión en la que participen el partido, el Gobierno y el grupo parlamentario. No se corresponde con la realidad que en el partido las cosas la deciden tres. Es verdad que ha habido disfunciones, pero las grandes decisiones que ha tomado la dirección regional y el Gobierno conjuntamente se han debatido en el órgano de coordinación, que no está reglado. Creo que es un paso importante que institucionalicemos esa coordinación y si hay que ampliar la representación me parece muy bien. Soy partidario del diálogo permanente, porque la suma de las inteligencias es mejor que la de una sola y es más difícil equivocarse si una decisión la comparten más personas.