Pagan 205.000 pesetas por cinco pelos del ex 'beatle' Paul McCartney
Una larga y competida subasta cerró en la noche de ayer la 16ª edición de la Feria del Disco de Coleccionista de Cataluña que organizan las emisoras radiofónicas de la Generalitat. A las 20.40 horas y tras más de dos horas de pujas, Jordi Tardà, director del evento, gritó el último "¡vendido!". Se trataba precisamente de los tan publicitados cinco pelos de la cabeza de Paul McCartney que le arrebató en 1966 la presidenta de su club de fans. La pieza más disputada fue una guitarra de Nirvana que se adjudicó por 390.000 pesetas.
Recuperación
Los cinco pelos del ex beatle se presentaban lujosamente enmarcados junto a una foto del artista y sus consiguientes certificados de autenticidad. Su precio de salida fue de 150.000 pesetas y fueron adjudicados finalmente por 205.000.La subasta había comenzado a las seis y media de la tarde ofreciendo los resultados de la puja organizada a través de Internet. Inmediatamente después, Tardà, acompañado por el también radiofonista Toni Clapers, procedió, por primera vez en la historia de la feria, a dirigir una subasta benéfica dedicada a recaudar fondos para la fundación Guttman. Se subastaron siete lotes cedidos por personalidades o entidades populares y se consiguieron un total de 444.000 pesetas destinadas íntegramente a la clínica barcelonesa. Curiosamente, y a pesar de tratarse de una feria de coleccionismo discográfico, el lote que alcanzó mayor cotización fue el cedido por Víctor Mora con material relacionado con el Capitán Trueno, que de 15.000 pesetas de salida subió hasta 126.000.
En la subasta musical propiamente dicha, además de los cabellos del ex beatle también fue adquirido por su precio de salida, 250.000 pesetas, el lote de Marilyn Monroe que incluía copias de su certificado de defunción, autopsia, testamento, divorcio y diversas visitas psiquiátricas. Una copia del testamento de Freddie Mercury se adjudicó por 50.000 pesetas; una máquina de millón de los Rolling Stones alcanzó un precio de 285.000 y una copia del divorcio de Michael Jackson fue adjudicada por 14.000. A pesar de todo ello, la pieza más disputada fue una guitarra de Nirvana firmada con motivos de magia negra, que de las 120.000 pesetas iniciales subió hasta las 390.000. Casi la totalidad de los 70 lotes fueron adjudicados. Sólo quedaron sin comprador unos rollos de papel decorativo de los Beatles, discos de oro de Temptations y Allman Brothers y un póster de Con faldas y a lo loco.
La larga subasta marcó el punto final de una edición en la que la feria barcelonesa pareció recuperar parte de su fuerza de antaño tras el traspiés de la última edición en la estación de Francia. El regreso al Palacio de Alfonso XIII en Montjuïc ha sido realmente positivo por su mayor comodidad e infraestructuras.Entre los vendedores, la sensación generalizada apuntaba a cifras de ventas mucho mayores que en el pasado año, teniendo en cuenta, eso sí, que en su anterior edición la feria sobrevivió bajo mínimos. Muchas ventas, en especial en la tarde del sábado, pero básicamente de material que difícilmente podría calificarse de coleccionista y que suele encontrarse en las tiendas de discos de la ciudad. En realidad fueron algunas de esas tiendas las que mayores beneficios obtuvieron al presentar discos de novedad en sus respectivos expositores.
Por parte de los compradores la sensación también generalizada era la de una menor presencia del material puramente de colección. Tampoco se dio el aluvión de saldos de otros años, pero a pesar de la gran presencia de vinilos, podían encontrarse muy pocas joyas de ésas debidamente catalogadas como objetos de culto buscados y codiciados.
Uno de los atractivos más interesantes de esta 16ª edición poco tuvo que ver con el coleccionismo discográfico: se trataba de la llamada Fira de la Ràdio, que en un extremo del pabellón ofrecía una magnífica exposición de aparatos antiguos y todo tipo de material relacionado con la historia de la radio en España. Paralelamente podían comprarse e intercambiarse piezas, revistas o esquemas de viejas radios, material muy codiciado por los coleccionistas. Esta misma feria estaba animada por una banda sonora creada por Radio Barcelona con verdaderas y excitantes antiguallas radiofónicas: de fragmentos de viejos seriales de los años cincuenta a, por ejemplo, las notas del primer radioscope de Salvador Escamilla todavía cantadas en castellano.
También amparado por la feria se presentó este año una exposición de revistas editadas en lengua catalana. En el gran escenario situado en otro de los extremos del pabellón, todo lo largo del fin de semana se han sucedido conciertos de grupos locales dedicados a la curiosa actividad de clonar a otros grupos de ámbito internacional, desde Dire Straits a Beatles pasando por Jimmy Hendrix.
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