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Entrevista:CONCHA CABALLEROCOORDINADORA DE IZQUIERDA UNIDA EN SEVILLA

"El cambio en la dirección de IU debe ser casi completo"

Pregunta. El resultado de las asambleas andaluza y federal es una Izquierda Unida partida en dos bloques muy definidos. ¿Cómo se supera esta división?Respuesta. El resultado de quedar casi en tablas tiene algo positivo: el que gana se ve bajo el imperativo de integrar y cogobernar, hacer posible que una nueva etapa política se abra paso. Y eso es lo que va a ocurrir en IU, por lo menos, es la voluntad expresa de Gaspar Llamazares a nivel federal.

P. ¿Y en Andalucía?

R. Andalucía sigue conservando una cierta resistencia a los cambios. Aquí también se debe propiciar un nuevo periodo político donde, además de la integración, haya un proceso de apertura al exterior, de acercamiento a mucha gente que se nos fue o que han surgido últimamente en la izquierda y carecen de referente político.

P. Este es el discurso que usted defendió en la 13 asamblea, pero que no ganó: se quedó con un 46%. ¿Cómo piensa hacer que prevalezca sobre el que tuvo más votos, que prioriza la unidad de IU?

R. Hay dos demandas que se pueden superponer perfectamente. Existe, efectivamente, una demanda de unidad, seguridad y confianza en el proyecto, pero también de cambio. Y la apuesta por el cambio no sólo obtuvo un 46%, sino una mayoría amplísima, ya que el propio coordinador, que no había empezado su campaña con este mensaje, terminó con él. Es algo muy positivo: cuando alguien manifiesta una idea y el oponente no tiene más remedio que recogerla, es un éxito político. Otra cosa es que se lleve luego a cabo.

P. ¿Se refiere al cambio de portavoz parlamentario?

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R. No es el más importante.Le he planteado al coordinador que hay una serie de cambios que interesan a toda la organización. Tiene que variar el discurso político y la forma de acercamiento a la sociedad. Es urgente y hay que hacerlo ahora: dentro de un año no tiene el mismo valor. Tiene que cambiar la habitabilidad de IU en todos los ámbitos territoriales. En IU ha habido una fractura y no ha sido desde arriba, sino desde abajo. Y, por último, tiene que cambiar el equipo de dirección: no sería comprensible que después de la 13 asamblea el mismo equipo se perpetuara. La portavocía hay que cambiarla, por su puesto, pero no sólo eso porque volveríamos a tener un debate nominalista cuando el debate real que ha habido en IU es la necesidad de cambio y apertura social.

P. ¿Con qué cambios organizativos se daría por satisfecha?

R. El cambio en la dirección tiene que ser prácticamente completo: nuevo equipo con otros planes de trabajo y una mentalidad distinta. Y con la ambición de desarrollar IU y que los 20.000 militantes de Andalucía pasen en un periodo rápido a 25.000 y un número importante de colaboradores. Ese es el cambio. Volver a decirle a la sociedad: estamos abiertos a las aportaciones, no tenemos toda la verdad y estamos modestamente dispuesto a aprender contigo. Eso es lo que hace más falta para recomponer la izquierda.

P. ¿Por qué hay que quitar a Romero de la portavocía del Parlamento y ponerla a usted?

R. Es difícil hablar de esto, cuando yo estoy por medio. Pero lo básico es referenciar públicamente el cambio de IU y si se mantiene el mismo portavoz y la misma estructura es muy difícil decirle a la sociedad que algo ha cambiado. La propia organización tiene que presentar una idea más alternativa y seria en la labor institucional.

P. ¿Me está diciendo que Romero no es serio?

R. No, no, no es ninguna descalificación. La persona de Romero no está en cuestión, pero los mensajes diferentes lo tienen que transmitir personas diferentes. El problema es que ante unos resultados electorales muy adversos, motivados por errores propios de IU, es necesario hacer ver a la sociedad que se cambia y no se puede hacer con las mismas referencias públicas.

P. ¿Habrá problemas de convivencia en el grupo parlamentario?

R. Por mucho problema interno que pueda darse, existe una lealtad enorme a IU y a su programa. El grupo parlamentario no se va fragmentar, de ninguna manera. En cualquier caso, sea quien sea el portavoz, el grupo tiene un programa al que se debe.

P. Valderas ha dicho ya que no ve necesidad de cambiar a Antonio Romero.

R. No se corresponde con ningún análisis político. Es fundamental conocer qué compromisos ha adquirido Valderas para el nuevo equipo, que no dependen de ningún debate político sino de apoyos formulados en la asamblea. Me gustaría saber si los no-cambios de Valderas responden a estas ataduras o a un planteamiento político.

P. Da la impresión de que piensa hacer uso del 46% que obtuvo en la asamblea.

R. Me he visto muy sorprendida de la fuerza de la gente, y el Movimiento por la Recuperación de IU, que obtuvo el 46% tiene que seguir vivo y hacer posible los cambios. Y la gente está dispuesta a seguir trabajando en ese sentido. Si nos dejan opción para el cogobierno de IU, trabajaremos desde los órganos de dirección, y si no seguiremos trabajando por ese cambio a otros niveles. La vida siempre busca caminos. La idea de cambio se va abrir paso, por encima de Diego Valderas y de Concha Caballero, obstaculizando más menos, se abrirán nuevas vías.

P. ¿Pero, usted, personalmente, seguirá al frente del movimiento o pasará a un segundo plano?

R. Vamos a seguir intensamente trabajando por la misma idea. Es decir, abrir la organización al exterior y... Nunca hemos querido ser una corriente porque es algo cerrado que tiene casi sus órganos de dirección. Queremos ser un pensamiento movilizador y abierto. Seguiremos en un proceso de sumar voluntades a esta idea. Estamos vivos, pero no queremos una definición orgánica que nos aísle.

P. Antes sugería que Valderas tiene compromisos con sus apoyos del proceso asambleario para el nuevo equipo. ¿Quién los mueve?

R. La anterior dirección ha sido determinante. Y los compromisos son muy fuertes y harán más difícil el proceso de cambio y, por desgracia, más tenso. Pero nada más. No se trata de una persona o dos. Los que estaban y plantean seguir estando fueron lo que propusieron a Valderas, y digo los que propusieron porque quien lo ha elegido -quiero ser democrática- son los delegados. Aunque es verdad que su nombre surge de este grupo. Valderas tiene ahora que tener en cuenta que se debe a una asamblea en la que los delegados lo votaron.

P. ¿Va a presentar lista alternativa a la ejecutiva?

R. Depende de los deseos de integración y cogobierno de Valderas. Me encantaría que fuera así, pero si siguen las mismas personas, iremos a la lista alternativa.

P. En IU se han llegado a enfrentamientos personales fuertes, ¿cómo se recompone ahora todo?

R. Es que no ha habido confrontaciones personales. Yo, por ejemplo, no me he confrontado con Diego Valderas.

P. Bueno, pero sí con Felipe Alcaraz.

R. Pero nunca con descalificaciones. Efectivamente, una de las tareas es recomponer las relaciones personales, pero se recomponen mejor las cosas con aires nuevos, con aires viciados es más difícil. Cuando se haga un equipo de dirección más abierto, no habrá problemas.

P. Por ejemplo, cuando terminó la asamblea, dijo usted: "Pese a las trampas y el proceso trucado, he sacado un 46%"

R. Ja, ja, ja. Es que fue así. Si se mira este proceso con sentido del humor, y a mí me gustaría tenerlo, la cosa era: Aquí está el candidato oficial y aquí está la mala. Claro, eso supone un cierto truco político. A pesar de esta caricatura, de ser la mala, sacar un 46%, con el entusiasmo de la gente, me pareció maravilloso

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