El final del cisma, cada vez más cercano tras el duelo de Londres

Pragmatismo

El ajedrez ha sufrido un cisma doloroso en los últimos siete años. Gari Kaspárov, en guerra abierta con la Federación Internacional (FIDE), promovió varias organizaciones paralelas. Ahora hay dos campeones del mundo: Vladímir Krámnik es el oficioso tras vencer a su antiguo maestro en un duelo patrocinado por la empresa Brain Games; otro ruso, Alexánder Jálifman, posee el título oficial de la FIDE, cuyo próximo Mundial comenzará el día 25 en Nueva Delhi (India) y terminará en Teherán (Irán). Krámnik no se niega a un proceso de reunificación, aunque tampoco tiene prisa."Yo no soy un dictador", asegura Krámnik, sin aclarar si se refiere indirectamente a Kaspárov. Y aclara que no va a tomar el testigo de Kaspárov en la pelea contra el magnate Kirsán Iliumyínov, presidente de la FIDE y de la república autónoma rusa de Kalmikia, cerca de Chechenia: "No he olvidado que fui muy crítico contra Iliumyínov hace un par de años. Pero he aprendido que no debes meterte en una guerra si sabes que no puedes ganarla. De hecho, Iliumyínov merece ser alabado por mantener el Mundial oficial , porque supone una fuente de ingresos para muchos jugadores profesionales".

El pragmatismo de Krámnik es ilimitado: "El vencedor en Teherán será tan campeón del mundo como yo, con independencia de que el sistema de la FIDE no me guste. Creo que es mejor lo que planea Brain Games, un torneo de candidatos por sistema de liga". Pero, ¿está a favor de la reunificación? "Como principio, sí. Pero yo tengo firmado un contrato con Brain Games. Por lo tanto, toda negociación debe llevarse entre esa empresa y la FIDE".Los intereses comerciales y la opinión pública podrían presionar a Brain Games para cambiar de planes y organizar un duelo de revancha entre Krámnik y Kaspárov. El nuevo campeón también se muestra abierto a esa posibilidad: "Si ellos me proponen algo, lo estudiaré. Me refiero tanto al duelo de revancha como al que se proyecta para el próximo año contra una computadora. Con el matiz de que ninguno de los dos figura en el contrato. Seré yo quien decida en ese caso".

Pero Krámnik aclara que no tiene ninguna prisa para enfrentarse a Kaspárov antes de 2002, el año previsto para el próximo Mundial de Brain Games: "No quiero que se me interprete mal, pero creo que sería mucho mejor para el ajedrez si Kaspárov participa como uno más en el Torneo de Candidatos. Si lo gana, seguro que el duelo de 2002 es aún más apasionante que éste". ¿Invitaría a Kaspárov a cenar mañana? "Por mí no hay problema, pero supongo que él preferirá evitar mi compañía durante algún tiempo", concluye Krámnik.