La oposición y los expertos critican el decreto del Consejo Audiovisual andaluz

El borrador del decreto de creación del Consejo Audiovisual de Andalucía puso ayer de acuerdo en la crítica a la oposición y a expertos en esa materia. Para el catedrático de Comunicación Audiovisual de la Universidad Complutense, Enrique Bustamante, supone un "paso atrás notable en la situación que hay ahora en España"; y para la profesora de esta misma área en la Universidad de Málaga, Emelina Fernández, "queda muy lejos de las expectativas creadas". Voces similares, aunque con matiz político, expresaron la diputada de IU, Concha Caballero -"es una parodia, ligth y carente de contenido"- y el popular José Luis Sanz -"vacío" y "pobre"-.Todos ellos cuestionaron el carácter de provisionalidad que se le da al consejo -"hace pensar que el Gobierno andaluz no hará uno auténtico mientras no lo haga el PP en una autonomía o en el conjunto nacional", afirma Bustamante- y el que se vaya a utilizar la vía del decreto -"la única ventaja es la celeridad, pero hay ausencia del debate parlamentario", sostiene Fernández y suscribe Sanz-.

En cuanto a las funciones del futuro órgano audiovisual también coinciden en echar en falta competencias de control más definidas y que los futuros miembros del consejo no se les exija exclusividad. "Puede caer en las clásicas cuotas de militantes", afirma Bustamante, mientras que el parlamentario del PP cuestionó el que el Gobierno se reserve la capacidad de elección del presidente del consejo. Y Emelina Fernández apostilla: "No será una autoridad audiovisual porque carece de competencias de control, de autonomía funcional y no establece un régimen de incompatibilidades".

Los dos expertos del audiovisual sí celebraron el que el borrador del decreto no haya mezclado "como en Galicia las telecomunicaciones con la comunicación social" (Bustamante) y el que sus tareas de asesoramiento alcancen no sólo al Gobierno andaluz, sino al Parlamento y a las corporaciones locales de la comunidad, asegura la profesora malagueña.