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El CSN sólo teme el arranque del 'Tireless' en la bahía de Algeciras una vez reparado

La reparación del Tireless, anclado en Gibraltar desde el pasado 19 de mayo, es "banal" y sus riesgos son "prácticamente nulos, de momento", según informó ayer Juan Manuel Kindelán, presidente del Consejo de Seguridad Nuclear. Lo que a este organismo sí le preocupa es "la puesta en marcha" del submarino, una vez reparado, en la bahía de Algeciras, aunque técnicos militares británicos han dado garantías verbales de que también esa operación se puede hacer perfectamente. La duración de los trabajos es imposible de determinar. "Pueden ser seis, doce o más meses", dijo Kindelán. En realidad, hasta enero no se sabrá si el Panel Regulador Nuclear de la Armada británica autoriza la reparación prevista o si habrá que aviar otro procedimiento que sería más complejo y aún requeriría más tiempo.

Datos secretos

La primera información global que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) facilita sobre el Tireless desde que hace cinco meses atracó en Gibraltar puso ayer de manifiesto las limitaciones con las que trabaja este organismo.La primera es su dependencia de la información que le dan los británicos, algo que el CSN no cuestiona porque ni tiene competencia para ello -"en cualquier caso, tendría que proponer otra cosa el Gobierno"- ni le parece anómalo, ya que "la seguridad nuclear se basa siempre en la confianza": "Tampoco vamos a Francia a que nos dejen ver cómo han reparado un reactor que haya tenido problemas. Simplemente, nos fiamos", indicó Luis del Val, su secretario general.

La segunda es la "ignorancia total" sobre submarinos nucleares que reconocen tener los miembros del CSN, motivo por el que no han mostrado el más mínimo interés en visitar el Tireless, ya que lo ven inútil. Su presidente, Juan Manuel Kindelán, asumió ayer que no tiene ni idea de si podría ser remolcado o no. Así, sólo dijo que si no puede navegar hasta las costas británicas con su motor diésel, como llegó al Peñón desde Sicilia, es porque "corre el riesgo de hundirse, según han explicado. El Atlántico no es el Mediterráno". Kindelán sí dijo saber que el transporte de grandes instalaciones nucleares en barcos "no es un problema banal" y que al CSN le costaría autorizar una operación de ésas.

Por lo demás, la dirección del CSN no sabe cuánto combustible lleva la nave -220 kilos de uranio, según las publicaciones técnicas-, ni el volumen del líquido refrigerante que cargaba antes de la avería del circuito primario -"unos 20 metros cúbicos, pero no nos lo dicen porque es secreto militar"-, ni si su armamento es nuclear o convencional -"no nos compete"-. La Royal Navy ha advertido de que los submarinos sólo llevan armas convencionales.El presidente del CSN insistió en que nunca han tenido motivos para dudar de los británicos -"sólo vimos que estaban un poco despistados al principio"- e informó de que han pedido "los documentos de seguridad", como análisis de laboratorio, y otros informes en los que basan sus conclusiones.

"Lo importante", reiteró Kindelán, "es que no ha habido nunca dudas sobre el reactor", cuya temperatura jamás se elevó "ni un grado". La información del periódico británico The Guardian de que hubo peligro de fusión "es alarmista". Los responsables del Tireless apagaron el reactor antes de que la fuga de refrigerante adquiriera el volumen necesario para dar ese paso. Luego, lo estabilizaron con barras absorbentes de neutrones y vertieron al Mediterráneo, entre Malta y Gibraltar, a lo largo de 24 horas, unos 200 litros de líquido radiactivo filtrados a causa de la avería. Esa cantidad, concretó, "es mínima para el Mediterráneo" y no hay peligro de contaminación.

El circuito primario de refrigeración nunca dejó de funcionar. Ni siquiera el secundario lo hizo totalmente. Para los técnicos españoles es importante también que el refrigerante no sufrió "alteraciones" que hubieran supuesto contaminación dentro del sumergible.

No obstante, tras la llegada del Tireless a la Roca, hubo que esperar más de dos meses, hasta septiembre, para que se enfriara el líquido y se pudiera proceder a la extracción y trasvase de unos 12 metros cúbicos del mismo para examinar la zona dañada. Dentro, explicó Kindelán, quedan sólo unos ocho metros cúbicos, pero el reactor está frío -"a menos de 50 grados"- y no necesita refrigeración artificial: "No ofrece peligro".

La preocupación por el arranque tras la reparación se debe a que, si la fisura no quedara bien cerrada, podría ocurrir un desastre: "En las centrales nucleares se hacen pruebas previas para garantizar la ausencia de fugas, pero en este caso no sabemos, porque no sabemos nada de submarinos".

El informe del CSN da cuenta de las garantías ofrecidas por los británicos en este sentido: la soldadura se probará primero con "radiografías y ultrasonidos" y luego se hará un ensayo hidrostático, "que permite comprobar la integridad del circuito primario mediante un aumento de la presión en el mismo y verificar la ausencia de fugas" sin necesidad de activar el reactor hasta que todo parezca seguro.

El presidente del Gobierno, José María Aznar, aseguró sobre el informe del CSN: "Es tan claro y contundente que algunos tendrán algún comentario que rectificar".

Submarinos gemelos, grietas similares

"La Armada británica realizó una inspección en todos los submarinos nucleares de características similares" al Tireless "comprobando la existencia del mismo tipo de grietas en otras unidades, aunque no llegaron a producirse fugas", según el primer informe oficial del Consejo de Seguridad Nuclear.El presidente del CSN, Juan Manuel Kindelán, rechazó ayer que su silencio hasta ahora haya supuesto falta de información, ya que, dijo, escribió repetidas cartas a los alcaldes del Campo de Gibraltar y estuvo en contacto con el Gobierno y con "todos los que han preguntado algo".

"La avería consiste en una grieta en la zona de unión de dos tuberías [del sistema de refrigeración del reactor] que afecta a la soldadura entre ambas y compromete también al material de una de ellas". Vista desde el exterior, se pensaba que era un fallo de la soldadura -tenía "unos dos milímetros"- pero, una vez cortado el tubo, "se ha visto que penetra en la soldadura y afecta al circuito primario. El avance del tamaño son varios centímetros de longitud".

A raíz de este último descubrimiento se ha impuesto "la hipótesis de que la grieta se ha producido como consecuencia de un proceso de fatiga térmica debido a dos factores: un defecto de diseño en las características de la mecanización y las tensiones térmicas que se producen en esa zona durante la operación normal del reactor".

El método de reparación debe consistir ahora en "cortar la tubería, sanear mediante mecanización la zona agrietada y soldar una pieza especial que permita el acoplamiento de la tubería secundaria". Pero esta pieza es "de fabricación comercial" y tendrá que ser homologada por la autoridad militar británica. Si no lo fuera, habría que realizar "un trazado alternativo de la tubería secundaria", con la consiguiente alteración del calendario de reparación. En estas condiciones", constata el informe, "no es posible establecer una fecha de terminación".

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