La FIFA cierra un plan de traspasos sin incluir la rescisión unilateral de contratos

La FIFA y la UEFA aprobaron ayer, tres días antes del plazo que les concedió la Unión Europea (UE), sus propuestas para cambiar el sistema actual de traspasos de futbolistas. El plan, que incluye la prohibición de traspasos con jugadores menores de 18 años y contratos con una vigencia mínima de tres años y una máxima de cinco, irritó al sindicato mundial de futbolistas, la FIFPRO, que anunció su total disconformidad. Los jugadores consideran innegociable la rescisión unilateral de los contratos, punto que no figura en el borrador.

Los últimos multimillonarios traspasos de futbolistas, con el fichaje de Figo por el Real Madrid como protagonista, hicieron saltar la alarma en la Unión Europea (UE) el pasado mes de agosto. Su comisario de la Competencia, Mario Monti, mantiene que las normas que rigen esas operaciones entre clubes violan los principios de libre competencia y de movimiento de trabajadores recogidos en el Tratado de la UE, por lo que exigió a la FIFA que presentase antes del 31 de octubre un plan más trasparente si quería evitar el veto. Bruselas cree que un jugador puede cambiar de club sin que ello dependa de un acuerdo arbitrario entre dos equipos.La FIFA, ante tal situación, creó a finales de agosto un grupo de trabajo con representantes de federaciones, Ligas y jugadores para elaborar el plan alternativo que exigía la UE. El acuerdo contempla estos puntos base para modificar el actual sistema de traspasos:

- Prohibición de traspasos de extranjeros menores de 18 años.

- Pago de una compensación por formación a los clubes de procedencia de jugadores traspasados hasta la edad de 23 años.

- Respeto de contratos con un mínimo de tres años y un máximo de cinco.

- Sistema de arbitraje en caso de falta de acuerdo en la rescisión de los contratos.

- Periodos cerrados de traspasos durante la temporada.

El borrador ha sido cuestionado por más de una federación y no es apoyado por la FIFPRO (Federación Internacional de Futbolistas Profesionales). Dirigentes de la Federación Española y de la Liga Profesional insistieron ayer en que el modelo de nuestro país, reflejado en el conocido decreto 1.006, es el más eficaz. Según este decreto de 1985, que regula las relaciones laborales de los futbolistas y los clubes, un jugador con contrato en vigor puede dejar su equipo previo pago de una indemnización que, en caso de desacuerdo, fijarían los jueces. "Los resultados han sido satisfactorios y en nuestro fútbol apenas han surgido problemas por este asunto", aseguró ayer Pedro Tomás, secretario general de la Liga Profesional.

Gerardo Movilla, presidente del sindicato español de jugadores (AFE) y vicepresidente de la FIFPRO, aseguró ayer que el comité ejecutivo de esta última institución decidió no asistir a la reunión de la FIFA y de la UEFA en la que se aprobó el borrador "porque sus propuestas no cumplen siquiera nuestros requisitos mínimos". Para la FIFPRO, "es innegociable la libertad para rescindir el contrato".

Con este punto de partida, la casi totalidad de las propuestas de la FIFA son rechazads por los representantes de los jugadores. La FIFPRO considera ilegal el primer punto del borrador, salvo en los países de la UE. También rechazan los puntos segundo y cuarto, a no ser que se negocien en un convenio colectivo con la FIFA. De "inaceptable" tachan el punto tercero y sólo están de acuerdo en el quinto. Ante esta postura, la FIFPRO presentará su propio borrador a la UE.

La Comisión Europea, por su parte, elude por ahora pronunciarse sobre las propuestas de la FIFA, pero advierte que pondrá "muchísimo cuidado" en su análisis para ver si resuelven los problemas que han planteado los jugadores y los pequeños clubes. Bruselas quiere llegar a una solución y está dispuesta a negociar, pero no aceptará que el futuro sistema de traspasos impida a los jugadores abandonar el club al final de cada temporada, tengan la edad que tengan.

El comisario europeo de la Competencia, Mario Monti, y la comisaria europea de Deporte, Viviane Reding, insisten en que la solución al conflicto debe "preservar la especificidad del deporte" y "respetar las legislaciones nacionales sobre los contratos, la libre circulación de jugadores y el derecho comunitario".