El delantero centro ya ha vuelto

Morientes sació en 30 minutos con la voracidad de un depredador el hambre de gol que había acumulado en nueve semanas de obligada ausencia. Ayer, después de unos breves minutos en el Camp Nou, Morientes regresaba al Bernabéu, y lo hizo a lo grande. Con dos goles certeros e instantáneos -un disparo dentro del área a pase de McManaman que se coló bajo las piernas del portero del Sporting, el primero; y un cabezazo en el que recordó al mejor Santillana, el segundo- que la afición del Madrid festejó con una euforia desatada.Atrás quedaban nueve semanas viendo "centros muy apetecibles", como dijo hace unos días, que él no podía rematar por culpa de una lesión que le apartó del equipo mediado el mes de agosto, en plena pretemporada. Cayó Morientes y se dispararon las alarmas. El Madrid había fichado de todo, pero se quedaba sin goleador y empezó una cacería por media Europa en busca de ese nueve del que se había quedado huérfano. Del Bosque no se cansó de repetir que el equipo tenía recursos suficientes para mantener la cuenta goleadora, y el tiempo le dio la razón -24 en 10 partidos había logrado el Madrid hasta ayer desde que se lesionó el cacereño-, pero Morientes se encargó ayer de demostrar que, pese a todo, hay un hueco en el once titular para él.

"Esperaba este momento", confesó ayer, "y por fin ha llegado. Después de dos meses tan largos me conformaba con salir al campo, tener buenas sensaciones y disfrutar, pero además me he llevado la mayor alegría que puede tener un jugador al marcar dos goles en los dos primeros balones que tocaba". El goleador admitió, sin embargo, que todavía no se siente en plenitud de condiciones. "Las sensaciones que he tenido han sido positivas, pero todavía me queda un poco de miedo porque a veces tengo un poco de dolor al golpear la pelota. La rodilla está bien recuperada, aunque lo he hablado con otros compañeros y todos los que han tenido esta misma lesión me han comentado que el mes siguiente al alta siempre resulta complicado".

Con complicaciones o sin ellas, el principio no ha podido ser mejor. El goleador ha vuelto.