Protesta silenciosa bajo la lluvia
"Cuando comience mi turno de trabajo y mire a los compañeros de los asesinos probablamente leeré en sus ojos: Qué pena que no hayas sido tú. Otra vez será". Bajo una lluvia torrencial, medio centenar de funcionarios de la prisión de Castellón, donde hay encarcelados cinco etarras, se concentró ayer en la puerta del centro penitenciario, para guardar 15 minutos de silencio como repulsa por el asesinato el domingo en Vitoria de su compañero Máximo Casado. Un portavoz sindical mostró su sentimiento de "rabia contenida" y aseguró: "Me debo a mi trabajo, pese a sentir, como ciudadano, asco e indignación". La protesta silenciosa se repitió a las puertas de la Generalitat y de multitud de ayuntamientos.
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