Multados dos policías por vejaciones e injurias a unos jóvenes

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a dos agentes de la Policía Nacional, Francisco P. R. y José Luis T. S., como autores de una falta de vejaciones e injurias, a una multa de 20 días a cada uno de ellos con una cuantía de 4.000 pesetas diarias. Además, la Audiencia les ha absuelto, a ellos y a otros dos efectivos policiales, de los delitos de detención ilegal que les imputaba la acusación particular, y también de amenazas, coacciones y atentado que les achacaba dicha acusación.Según los hechos probados, recogidos en la sentencia, el 14 de noviembre de 1998, sobre la 1.30 de la madrugada, Francisco P. R., José Luis T. S. y otros dos agentes entraron en la plaza de Santa Ana pilotando sus motos en calidad de miembros de la Brigada Provincial de Seguridad, tras haber sido avisados por unos ciudadanos sobre un posible altercado. Al llegar a la plaza se dirigieron a un grupo de nueve o diez jóvenes que estaban empujándose en plan de broma, tratando de coger del suelo una moneda de 500 pesetas que se le había caído a uno de ellos. Los policías, pese a que los jóvenes explicaron que estaban jugando, se dirigieron a ellos en términos ofensivos y en una actitud agresiva. Procedieron a identificar a los jóvenes y consultaron con la central si había alguna orden de busca y captura contra ellos.

En el curso de la diligencia de identificación compareció otro joven, Óscar A. F., que era quien les había reunido en la plaza para celebrar su cumpleaños. Ante sus manifestaciones, el policía Francisco P. R. trasladó a Óscar A. F. de malas forma, agarrándole por un dedo y presionándolo con la porra hasta un banco.

Los hechos declarados probados integran la falta de injurias y de vejaciones, toda vez que los dos policías acusados "profirieron palabras ofensivas para la dignidad de los denunciantes y también realizaron actos de avasallamiento". La sentencia estima, en cambio, que no hubo detención ilegal ni amenazas o coacciones, toda vez que la inmovilización de los jóvenes se realizó en el marco de una denuncia de dos ciudadados que sospecharon que se estaba produciendo una reyerta.