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FÚTBOL Sexta jornada de Liga

Fuego en el córner

Del Bosque dice que propuso a Figo que no lanzara los tiros de esquina para evitar agresiones

La lluvia de agua, teléfonos móviles y botellazos del Camp Nou quedará para la historia del maltrato anímico a un jugador: 100.000 personas insultaron al unísono a Luis Figo y donde la temperatura se levantó más fue en las esquinas del campo. "Si no sacó de esquina fue porque se lo propusimos antes del partido", explicó el técnico Vicente Del Bosque. "Para prevenir una agresión y para no interrumpir el juego: que Savio o Roberto Carlos los lanzaran desde la izquierda y Munitis desde la derecha, y que él siempre se ofreciera para el saque corto. Él accedió. Además, fueron pocos saques. No fue lo relevante. Lo relevante fue que jugamos muy mal". Según un directivo de peso, sin embargo, la decisión de no sacar de esquina partió del propio jugador. "No sé de quien partió la iniciativa", esquivó enigmático uno de los jugadores, "pero me parece un acierto porque a Figo le lanzaban objetos y se iba a poner en peligro su integridad física".En cualquier caso, los efectos de que Figo no lanzara los córners se hicieron evidentes. De los 13 lanzamientos de esquina que ejecutó el Madrid la mayoría fueron a dar a la cabeza de Rivaldo, que esperaba en el primer palo. Es conocida la falta de estatura en la plantilla blanca y ayer, con las ausencias de Morientes y Helguera, ese déficit se incrementó.

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La traición más grande

"Siempre intentó participar", dijo Del Bosque dando a entender que lejos de caer impresionado por el trato que le dedicó la hinchada azulgrana, apenas le afectó. Tal vez por esa misma razón algunos de sus ex compañeros -Xavi, Sergi y Luis Enrique- dijeron después del encuentro que Figo había sido el mejor del Madrid.

Jorge Valdano, afectado por la derrota, proclamó su valoración después de ver a Figo pedir la pelota con desesperación y hacer volar por los aires al propio Rivaldo en territorio enemigo: "Si esto servía para saber si Figo es un crack ahora sabemos que es un supercrack".

La mañana del sábado Figo se había despertado en Barcelona después de una noche cortada por los toques de corneta del Quinto Levanta y el himno del Barça. Un pelotón de culés sacó sus instrumentos de viento por las ventanillas de coches que huyeron a la carrera por la Avenida Pau Clarís. Así unas tres veces, entre las cuatro y la cinco de la madrugada. Los bulliciosos sorprendieron a los policías que hacían guardia en la puerta del hotel de concentración del Madrid y aceleraron felices de haber cumplido su misión: fastidiar el sueño madridista a pocas horas de un duelo que exigía descanso. El reposo de la nueva estrella blanca debió quebrarse con una melodía estridente: "¡Figo-levanta, tira-de-la-manta!".

En el hotel del Madrid se forjaba la teoría -alimentada desde el seno de la expedición- de que el portugués estaba hecho a prueba de balas. "Bah, Figo es muy frío", ponderó por la mañana Julio Sendal, el responsable de la seguridad del Madrid. "Esto no le afecta".

"Como una malva"

A la hora señalada el equipo subió al autobús y una señora madridista se unió al grupo de los optimistas: "¡Está como una malva!". La visión de Figo, a un palmo, le pareció confirmar un carácter blindado. Fugaz y sonriente, el jugador pasó cabizbajo como arremetiendo contra un destino adverso que en ese momento representaban un grupo de culés enrabietados que prefiguraban lo que estaba por venir: el Camp Nou.En el campo, Figo saltó a calentar y comenzó la andanada. Arreciaron los naranjazos pero él no miró a la grada. Sólo al césped. Muy serio. Inmutable. Jugó el partido y regresó a Madrid como vino, en avión. Pero despierto y sin sonreír. Regresó en silencio y sin hacer comentarios sobre todo lo ocurrido. Siempre el último en la fila, solo y hablando por su móvil con su mujer. "Lo vi bien, saludó a sus ex compañeros. Estaba consternado como todos nosotros, pero bien", dijo ayer Del Bosque... "¿El más tranquilo en el Madrid? Puede ser".

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