El consejo de Terra Mítica reclama datos precisos sobre el coste del parque
La inversión para levantar Terra Mítica se cuadró a finales de 1997 en un coste estimado de 45.000 millones. El arranque del parque ha supuesto una desviación sobre las previsiones iniciales que ronda los nueve mil millones de pesetas, según fuentes del consejo de administración, un desfase que requiere una ampliación de capital de parte de los accionistas de la sociedad participada por la Generalitat. Sin embargo, los responsables del parque eludieron someter al consejo datos precisos sobre el desfase en la inversión inicial, al punto de que los accionistas reclamaron una auditoría externa para fijar el coste real del complejo de ocio.
Miguel Navarro, director general de Terra Mítica, negó ayer la existencia de un desfase entre los ingresos previstos y los reales después de dos meses escasos de explotación del complejo. Pero esa no es la cuestión. La posible ampliación de capital que tenía previsto debatir el martes el consejo de administración de la sociedad participada por la Generalitat se planteó como resultado del sobrecoste en las obras para levantar el parque, que supone una desviación en torno a un 20% sobre las primeras estimaciones.Los accionistas esperaban tasar el volumen de esa desviación antes de debatir una posible ampliación del capital social de la empresa, pero en lugar de cifras recibieron un aluvión de datos sociológicos y demográficos sobre el perfil de los visitantes. Dadas las circunstancias, el consejo reclamó una auditoría externa que establezca el calibre del desfase en la inversión inicial para abordar después las fórmulas para afrontarlo. El propio Navarro confirmó que la decisión sobre la posible ampliación de capital de la sociedad se pospuso hasta un próximo consejo.
La necesidad de ampliar el capital social constituye un problema esencialmente para las dos principales cajas de ahorro de la Comunidad Valenciana, que detentan en conjunto un 30% del accionariado, pero que son, simultáneamente, los mayores prestatarios de los fondos con los que se ha levantado el complejo. Navarro cifró ayer en 4.000 millones de pesetas los ingresos de explotación del parque desde su apertura a finales de julio. El descenso de la cifra de visitantes sobre la previsiones iniciales parece compensado con el volumen de gasto por cliente, que ha superado en un 30% las primeras estimaciones, siempre según el director general del parque.
El volumen del desfase en el coste de construcción del parque y el carácter emblemático del proyecto -según ha reiterado Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat y primer impulsor del complejo-, provocaron ayer la reacción en cadena de varios cargos del PP, quienes se aferraron a las negociaciones en curso para que la multinacional Paramount asuma la gestión del parque, para negar otros problemas.
Sin embargo, la posible vinculación de Paramount al proyecto de Terra Mítica no supondría una inyección de capital a la sociedad, sino un coste añadido. La multinacional parece dispuesta a asumir la gestión comercial del complejo a cambio de diversas compensaciones, que se traducen en un coste estimado de unos 1.500 millones de pesetas anuales. Y sólo asumiría un pequeño porcentaje simbólico del capital social de Terra Mítica. Una operación que no puede asimilarse en absoluto a la entrada de Universal en la gestión del parque de Port Aventura, donde la multinacional asumió un 37% del capital social de la empresa y pagó 4.500 al grupo británico Pearson-Tussauds por la cesión del contrato de gestión del complejo.
La diputada socialista María Antonia Armengol atribuyó ayer la situación actual de Terra Mítica a "la irresponsabilidad y los delirios de grandeza de Eduardo Zaplana", presidente de la Generalitat, institución que detenta un 14,86% del capital de la sociedad. Armengol también sugirió que cualquier socio tecnológico que se incorpore al parque sólo supondrá un nuevo coste.
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