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Sin fuerzas

Las bolsas europeas tuvieron ayer una jornada relativamente tranquila pero en la que cada una de ellas parecía moverse con criterios propios. En un principio vivieron de las rentas ajenas, en este caso, de la extraordinaria reacción del viernes anterior en el mercado Nasdaq, que recuperó casi el 8% después de poner patas arriba a las bolsas de todo el mundo, pero al final, cada una efectuó una valoración casi a la medida.El mercado español se desinfló en la apertura, en la que llegó a ganar hasta un 1,43%, debido a la ausencia de presión del dinero, y es que los inversores no las tienen todas consigo respecto de la capacidad de la bolsa para superar con éxito la actual coyuntura.

El euro volvió a mostrar su debilidad para afrontar la nueva escalada del precio del petróleo y cayó hasta 0,8462 dólares en el mercado, con un cambio oficial de 0,8511 dólares, otra vez muy cerca de los mínimos históricos.

La debilidad de la moneda de contratación deja a las bolsas en una situación complicada, coincidiendo con la llamada de atención de los valores tecnológicos en los últimos días, lo cual resulta doblemente problemático y explica el descenso de la contratación en el mercado continuo hasta los 281.600 millones de pesetas, 1.692,45 millones de euros.

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