Anguita culpa a los medios de comunicación de la crisis en IU

Julio Anguita encara su recta final como coordinador general de Izquierda Unida. Y ayer, en uno de los momentos clave, en su despedida ante la Asamblea de IU en Andalucía, retomó todos los ejes clásicos de su discurso: las dos orillas, el "seguidismo" del PSOE al PP -especialmente en el conflicto vasco- y, sobre todo, la defensa a ultranza de que lo único que ha hecho mal IU es no haber sabido aguantar los ataques por "tierra, mar y aire, esto es, televisión, radio y prensa" que, a su juicio, ha sufrido la coalición.

Ni una palabra sobre la crisis interna de la coalición, ni sobre su abierta apuesta por uno de los dos candidatos, Gaspar Llamazares, quien dijo ayer en Oviedo que cuenta con Anguita como número dos para su lista, a fin de mantener la "continuidad histórica", informa Javier Cuartas. En una especie de despedida adelantada (será en la asamblea del finales de octubre cuando pase definitivamente el testigo), el líder de IU quiso reivindicar su legado y desgranó los "aciertos" de la organización en sus augurios negativos sobre distintos asuntos: la moneda única, la bajada de los tipos de interés, la intervención de la OTAN en Yugoslavia... "Pongámonos las medallas cuando acertamos", clamó.Y entonces, ¿cómo se explican las sucesivas derrotas electorales, que han hecho perder el 50% de los votos a IU? Para Anguita, las causas hay que buscarlas en "factores externos", especialmente en el crecimiento de IU en 1996, que hizo que "los poderes competentes tomaran nota" y procedieran al derribo a través de los medios de comunicación. Por ello pidió a sus compañeros que no sucumban ante "la tentación de la flagelación", porque "el enemigo está ahí fuera".

Anguita recuperó el discurso de las dos orillas, precisamente el que más le critica Francisco Frutos. Para Anguita, en el debate sobre la ley de Extranjería y en el conflicto vasco, "el PSOE se ha instalado en la estela que le marca el PP, en un discurso que quiere contraponerse al otro, el del tiro en la nuca, con la misma virulencia", dijo Anguita, para quien esta estrategia de José María Aznar, "lleva a un clima de guerra civil".

Este discurso anti-PSOE, que obvia cualquier autocrítica, ha provocado que algunas de las minorías y coordinadores más aperturistas que apoyan a Llamazares le hayan exigido -y éste se ha comprometido a ello- a que garantice que el apoyo que ahora le ofrece Anguita no hipotecará su futuro liderazgo.

En cuanto a la dura caza al delegado que mantienen Frutos y Llamazares, ayer se comprobó que el segundo domina con cerca del 80% la federación asturiana. En Valencia y Baleares dispone de un 65%, frente a un 20% de Frutos. En Andalucía, donde se vota hoy, Frutos parte con una teórica ventaja, lo que, pese a la importancia de esta federación, no le hace partir como favorito en la lucha final. En el resto de España, salvo Madrid, Llamazares cuenta con mayoría destacada.