Ruiz-Gallardón idea un plan geriátrico que destina la mitad de las plazas a los ancianos de más renta

El plan estrella de residencias de mayores anunciado ayer por el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, del PP, destina la mitad de las 11.142 camas previstas en tres años a los ancianos de más renta, los que pueden pagar 204.000 pesetas al mes. La Comunidad levantará 2.562 de estas camas con sus fondos, y en las 8.580 restantes ensayará otra fórmula: abonar a empresas el 25% de la obra para que las construyan en suelos municipales y las gestionen, pagándoles también un tercio de las plazas para destinarlas a mayores de bajos ingresos. En 50 años los centros volverán a ser públicos.

Construcción frenada

La consejera de Servicios Sociales, Pilar Martínez, considera que el número de ancianos que pueden pagar 204.000 pesetas mensuales es mayor del que parece. "El 70% de los jubilados madrileños son propietarios de una vivienda con la que podrían costear la residencia", argumenta. "El Estado de bienestar tiene sus límites y no se puede garantizar una cama geriátrica pública a todo el mundo. Cualquier mayor debe poder optar a una plaza de residencia, pero pagando según su nivel de ingresos", matiza."Tampoco nos olvidamos de los ancianos con menos medios, ya que en los próximos tres años vamos a abrir 5.577 camas públicas", añade. De estas plazas, el 82% son públicas puras, es decir, que en ellas el usuario paga una parte de su pensión, y el 18% restante son cofinanciadas, lo que significa que el mayor y su familia abonan el 60% del coste mensual de la cama.

Martínez cifra en 14.000 el número de ancianos que han demandado una cama geriátrica en su consejería. "Pero no son más de 5.000 los que por sus circunstancias sociales, económicas y de salud precisan una plaza pública en estos momentos", apostilla.

La consejera considera que el plan presentado ayer da respuesta a las personas que, según sus datos, sólo pueden optar a una plaza pública y también a quienes tienen medios para costearse una plaza en un geriátrico privado, pero quieren que se les garantice su calidad. "En los últimos dos años la construcción de residencias privadas se ha frenado y con este plan vamos a impulsarla", concluye Martínez.El plan comprende la creación de 39 residencias, dotada cada una de ellas de un centro de día, mediante convenios con ayuntamientos, que ceden parcelas, y concursos de adjudicación de la obra y la gestión a privados. Servicios Sociales negocia parcelas en Boadilla del Monte, Torrejón de Ardoz, Getafe, Alcorcón, Rivas-Vaciamadrid, Móstoles y Tres Cantos. El primer concurso se celebrará en noviembre y los otros dos en 2001.

El Gobierno regional subvencionará a la empresa adjudicataria una cuarta parte del coste de la obra y le pagará también el 33% de las camas, que irán dirigidas a los mayores de ingresos más bajos. La compañía rentabilizará gastos con el resto de las plazas, que explotará a un precio tasado de 204.000 pesetas mensuales en habitación doble. Transcurridos 50 años, la residencia pasará a ser propiedad del ayuntamiento donde esté ubicada y de su gestión se encargará el Gobierno regional. Habrá 1.500 plazas para enfermos de Alzheimer.

Juan Antonio Moya, presidente de la Asociación Madrileña de Residencias Privadas de Tercera Edad (AMRTE), cree que las condiciones que ofrece la Comunidad a las empresas "no son para lanzar cohetes". Pero destaca que se haya elaborado un mapa de creación de residencias en los barrios y municipios donde hacen falta. "Eso sí, tendremos que formar curiosas parejas de hecho con constructoras para acreditar la capacidad edificadora que se nos requiere en estos concursos", concluye Moya.

Con este programa, la Comunidad da un paso más allá de su plan gerontológico, tachado de "insuficiente" por la oposición, que preveía que para 2006 hubiera 13.000 plazas públicas y 3.000 cofinanciadas (ahora hay 10.663 camas públicas y 874 cofinanciadas). La nueva iniciativa pretende llegar en esta legislatura a las 13.000 plazas públicas, cofinanciadas y privadas.El Ayuntamiento de Madrid, del PP, intentó hace ocho años un programa de creación de geriátricos por parte de empresarios privados en suelo municipal que no logró interesar a los privados. Pero a diferencia del plan del ejecutivo de Ruiz-Gallardón, en el proyecto municipal las empresas tenían que pagar un canon por el suelo, no recibían subvenciones para la obra, y tampoco tenían garantizadas el 33% de las plazas.

El anterior ejecutivo regional del PSOE también cedió dos parcelas municipales a privados para que construyesen y gestionasen durante 50 años dos residencias (una en Leganés y otra en Coslada). La Comunidad costeaba parte de la plaza y el resto lo pagaban los ancianos y sus familias. El 15% de la población madrileña tiene más de 65 años.