La Ertzaintza atribuye el asesinato de un 'narco' en Bilbao a un ajuste de cuentas
La Ertzaintza ha centrado su investigación por el asesinato de Sabino Urgoitia Camiruaga, tiroteado el lunes en Bilbao, en un ajuste de cuentas por cuestiones de drogas. Urgoitia, de 51 años, al que fuentes policiales y judiciales consideran uno de los más importantes traficantes de cocaína en Bilbao, con numeros antecedentes por tráfico de drogas y de armas, fue asesinado por dos individuos en el garaje del edifico de la Alhóndiga del barrio de Rekalde. La autopsia constata que recibió dos impactos de bala en la cabeza.
"Sabino era un conocido traficante de cocaína y también de armas; antes o después tenía que acabar así", aseguraban ayer medios judiciales de Bilbao. La Ertzaintza, que ya había apuntado tras el crimen un ajuste de cuentas como el móvil más probable, centra actualmente sus investigaciones en esta línea.Los numerosos antecedentes judiciales y penales de la víctima hacen sospechar a la policía que los dos individuos que, según testigos presenciales, huyeron en una motocicleta tras cometer el crimen trataban de vengarse de Urgoitia. El Juzgado de Instrucción número 4 de Bilbao, que el lunes se encontraba de guardia, se ha hecho cargo del caso.
El asesinato se produjo hacia las ocho menos diez de la noche en la primera planta de la zona de garajes del edifico de la Alhóndiga, sito en el número 5 de la calle Gazteluondo, en lo alto del barrio bilbaíno de Rekalde. Los dos individuos se acercaron a la Urgoitia, que se encontraba junto a su perro, de raza pitbull, y le dispararon dos tiros en la cabeza, que le causaron la muerte de forma casi instantánea, según confirmó la autopsia practicada en el hospital de Basurto.
Urgoitia quedó tendido en un charco de sangre y falleció sin que los servicios médicos personados en el lugar pudieran hacer nada por salvar su vida. Agentes de la Ertzaintza tuvieron que matar de 11 disparos al perro para que los sanitarios pudieran acercarse al herido.
Los investigadores se plantean como objetivo prioritario tratar de conocer la identidad de los autores de los disparos. Para ello ha empezado a interrogar a las personas que se encontraban en el edificio en el momento de los hechos. La Alhóndiga alberga, además del garaje, numerosas oficinas y locales, en los que trabajan unas 300 personas.
Urgoitia Camiruaga, natural de Algorta, era conocido en medios policiales y judiciales por sus numerosas detenciones y sumarios abiertos en los juzgados de Bilbao, siempre en relación con delitos de tráfico de drogas y de armas. "La verdad es que Sabino, a pesar de sus antecedentes era un hombre amable y simpático. Tiene causas abiertas, por lo menos, desde 1985. Se muere dejando todavía había algunas pendientes", señalaron las fuentes informantes.
Una de las últimas personas que vio a la víctima antes de ser trasladada al tanatorio fue uno de sus tres hijos, un joven de gesto adusto, que, minutos antes, sin lágrimas en los ojos, respondió a los periodistas que Sabino tenía tres hijos. La esposa del fallecido también se encontraba en el lugar de los hechos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.