_
_
_
_
_

Llamazares logra el apoyo de Anguita en su pugna por el liderazgo de IU

Carlos E. Cué

El coordinador general de Izquierda Unida, Julio Anguita, ha decidido pasar del apoyo implícito que ofrecía a Gaspar Llamazares como aspirante a sucederle a un respaldo abierto y total. El asturiano anunció ayer que tanto Anguita como Rosa Aguilar, la alcaldesa de Córdoba, estarán en su lista de dirección. Éste era el último paso que quedaba para convertir en definitiva la ruptura entre el líder de IU y Frutos, su sucesor al frente del PCE. Frutos lamentó ayer que la maniobra de Anguita le impida abandonar el liderazgo "con el aplauso de todos".

La situación de división y vacío de poder que se vive en IU está creando extraños compañeros de viaje. Anguita se coloca ya definitivamente junto a Llamazares, quien, paradójicamente, había comenzado sus andanzas como candidato, hace ahora un año, impulsado por los coordinadores regionales y las minorías más enfrentadas al coordinador general. Unos apoyos que siguen intactos, a excepción del de Ángel Pérez y sus fieles en la federación de Madrid, quienes precisamente se han volcado con Frutos ante el respaldo de Anguita -a quien consideran el "mayor responsable de los destrozos en IU"- a Llamazares.Poco después de que Llamazares anunciara su candidatura, Anguita sufrió una operación de corazón y designó a Frutos como cabeza de cartel de IU para las elecciones generales del 12 marzo pasado. Pero aquellas buenas relaciones se vinieron al traste tras los pactos de Frutos con el PSOE. Anguita se opuso a aquella alianza programática, aunque siempre guardándose de no hacerlo expresamente. Luego Frutos prometió por activa y por pasiva que no sería candidato a la coordinación general, y al final se presentó.

Ahora, el enfrentamiento ha llegado a tal extremo que Frutos ya augura una Asamblea en la que Anguita, tras 12 años de liderazgo indiscutido, sólo será aplaudido "por una parte, la que él ha elegido". El papel de neutralidad del que había presumido el coordinador general durante todo este proceso se ve, por tanto, anulado.

Llamazares, que sabe que Anguita le trae apoyos de algunas federaciones fieles pero se los resta en los sectores más aperturistas de la coalición, se ha comprometido en diversas reuniones a que, una vez finalizada la Asamblea, la figura del cordobés no suponga una hipoteca para su dirección. De hecho, Anguita estará en la lista para el Consejo Político, que se reúne cada dos meses, pero no, o al menos así se ha anunciado, en la de la Presidencia, la dirección ejecutiva. Los bloques están tan conformados, que muchos de los que más han criticado a Anguita deberán admitir esta figura y confiar en buscar su parcela de poder una vez pasada la Asamblea.

Otro papel bien distinto le espera, si gana la candidatura de Llamazares, a Rosa Aguilar. Su figura es clave por dos motivos. Uno, porque en los últimos meses ha conseguido arropar una candidatura alternativa para Andalucía que se enfrenta a la auspiciada por Felipe Alcaraz y que, de momento, ha logrado que en esta federación, casi monolítica, Llamazares pueda contar con un apoyo superior al 40%.

El otro punto fundamental de Aguilar es que muchos de los que apoyan al asturiano hablan de ella como una candidata idónea para las próximas elecciones generales, si es que IU se recupera y Llamazares está dispuesto a ceder ese puesto.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La situación está de momento totalmente bloqueada. La única posibilidad de llegar a un acuerdo pasa porque uno de los dos grupos se convenza de que su derrota es más que probable. No parece que ese momento haya llegado, aunque los partidarios de Frutos son los que más insistentemente hacen llamadas al consenso. Unas llamadas que en el otro frente interpretan como muestras de debilidad.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_