España desconfía de un rival a la deriva
La rudeza de Austria inquieta a la selección, alterada por su tono gris de los últimos tiempos
¿Favoritos? "En España somos favoritos hasta cuando jugamos con el campeón del mundo". La irónica respuesta de José Antonio Camacho, seleccionador español, ante una pregunta de un periodista austriaco resume cristalinamente el aroma que destila España ante su cita de hoy con Austria (TVE-1, 20.30): inquietud. Bien por cubrirse las espaldas o bien por autodesconfianza, el equipo español no las tiene todas consigo. El eco es el mismo, ya opine el técnico o los jugadores: los austriacos dan muchas patadas, presionan mucho en 25 metros, tendrán el campo lleno... Nada se dice de su paupérrimo nivel de juego. Ni tampoco se menciona, aunque sea de refilón, alguna inividualidad con cierto pedigrí o alguna hazaña reciente de este fútbol centroeuropeo.Pero en estos tiempos no es extraño que Camacho advierta de que "no es fácil ganar a nadie que trabaje y luche los noventa minutos". Aunque Austria se reduzca sólo a eso. Pero tras el varapalo de la Eurocopa la selección española vive angustiada. La goleada posterior recibida en Alemania y las dos faenas de aliño frente a Bosnia e Israel, teñidas ambas de un juego muy gris, han terminado por sentar al grupo en el diván. Además, a estas alturas del curso el propio seleccionador no admite excusas: "No hay nada justificable, la Liga española lleva un mes en marcha y muchos jugadores han jugado ya partidos de relieve en la UEFA y la Liga de Campeones, son cosas que, incluso, se notan en los entrenamientos".
Entonces, ¿a qué obedece el bajón del equipo? En ese terreno Camacho no entra en el cuerpo a cuerpo. No hay debate posible. "Ustedes son libres de opinar, tanto cuando decían que jugábamos muy bien como ahora que dicen que jugamos mal". Cuestión zanjada. Y frente a Austria nada hace suponer que varíe el rumbo. Al menos por el partido tan áspero que sospecha el entrenador español: "Austria se repliega mucho y presiona en 20 ó 25 metros, con lo que los contactos son muy frecuentes; su portero y centrales aprovechan cualquier ocasión para pegar un pelotazo largo, por lo que no podremos adelantar a los centrocampistas, lo que sería darles ventaja, y tendremos que colocarnos muy bien para ganar el balón". "Para jugar bien", enfatizó el técnico, "hoy día necesitas espacios". Los jugadores compartieron los temores de Camacho. "Si no metemos el pie desde el principio nos pueden pasar por encima", afirmó Julen Guerrero. "Será un rival difícil y complicado, que va a ir muy fuerte a por la pelota, pero nosotros también", apostilló Raúl. Y Abelardo subrayó las dificultades de "jugar en su campo", un estadio para 45.000 espectadores.
Al margen del encuentro en Viena Camacho apenas quiso comentar sus palabras del pasado sábado, cuando deslizó que podría dejar el cargo tras el Mundial de 2002, fecha en la que expira su contrato, "si las cosas siguen así". ¿A qué cosas se refería? "En el fútbol es muy difícil estar más de tres o cuatro años en un sitio; los ciclos se acaban y en las selecciones más". Ya, ¿pero a qué se refería, qué cosas deben cambiar, qué no le gusta? "Si algo no me gustara no estaría aquí".
Austria: Wohlfahrt; Hiden, Baur, Hatz; Schopp, Kühbauer, Stranzl, Flögel; Herzog; Mayrleb y Kocijan.
España: Casillas; Velasco, Hierro, Abelardo, Aranzabal; Mendieta, Helguera, Baraja, Munitis; Raúl y Urzaiz.
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