Jordania prohíbe las protestas contra Israel

Los jordanos no podrán manifestarse en apoyo de los palestinos. La decisión la ha tomado el Gobierno de Ammán, de acuerdo con las directrices del rey Abdalá II, que teme que las movilizaciones protagonizadas por estudiantes, fundamentalistas y refugiados palestinos acaben desestabilizando un país en el que más del 40%, incluida la reina Rania, son de origen palestino. Las órdenes de las autoridades no han podido impedir que la ciudad se llenara de crespones negros en recuerdo de las víctimas palestinas.El requermiento del monarca ha sido cumplido escrupulosamente hasta el momento, impidiendo así que el pasado viernes, a la salida de las mezquitas, se formara una manifestación que marchaba decidida a protestar ante la Embajada de Israel. Las concentraciones celebradas en los campos de refugiados palestinos fueron asimismo duramente reprimidas, llegándose a producir en los últimos días importantes disturbios que se han saldado con decenas de heridos y al menos con un muerto.

El fantasma de la revuelta palestina, Septiembre Negro de hace ahora 30 años (septiembre de 1970), aterroriza al monarca, quien conoce muy bien el tema, ya que fue objeto de una tesis de su licenciatura universitaria. Pero además, como ex responsable de las fuerzas especiales y antiterroristas, Abdalá II fue años atrás, y por encargo de su padre Hussein, el encargado de reprimir varias revueltas fundamentalistas, que protestaban contra la carestía de la vida.

El rey Abdalá II, en un intento de contentar a las reivindicaciones de su pueblo, decidió ayer dejar en suspenso el nombramiento del futuro embajador en Israel. Se mantiene sin embargo en su puesto el embajador israelí en Amán, David Dadun. Ayer nuevamente su delegación sufrió los embates de los manifestantes, que fueron dispersados por la policía.