"Las obras de la ZAL empezarán en primavera y en dos años se moverán las mercancías"
Rafael del Moral es un hombre de la casa. Empezó como ingeniero del puerto en 1964 y, tras ocupar diversos cargos, ascendió a la dirección general en 1981, responsabilidad que ha desempeñado hasta que el Consell le nombró en julio presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia.Se declara un entendido en toros, fútbol y cine. Sobre todo cine. "El último libro que publiqué se llamaba Una gestión empresarial de cine", explica. Todas son publicaciones de carácter técnico. "Bueno, menos una. Una novela que estuvo a punto de ganar un premio patrocinado por una revista deportiva. Se llamaba Venganza olímpica [1991] y transcurría en Barcelona. Quedé segundo, tras Emilio Butragueño.
Del Moral llega ahora a la presidencia del puerto con el proyecto del Megaport sobre la mesa.
Pregunta. El puerto acaba de inaugurar uno de los muelles más grandes de Europa, el Príncipe Felipe y, sin embargo, ya habla de otra ampliación. ¿Para qué más metros?
Respuesta. El puerto no necesita nada para él. La sociedad tiene que exigirle que dé respuesta a las necesidades de la economía. Parece que el puerto quiera ser el número uno; es una verdadera estupidez. Nosotros estábamos hace 19 o 20 años, tal vez un poco más, fuera del circuito internacional, como ahora le ocurre al aeropuerto [de Manises], y además con muy malas perspectivas porque Valencia era una especie de sucursal del puerto de Barcelona. Las infraestructuras, los servicios, la red comercial... Todo estaba allí. No tenía sentido que Valencia, con su diversidad productiva, no tuviera un puerto interoceánico. Ahora lo tenemos. Y el muelle Príncipe Felipe nos permite disponer de un colchón importante y mantener un hinterland que era naturalmente nuestro y que no lo teníamos.
P. ¿Cómo se llevaría a cabo la supuesta ampliación?
R. Las previsiones hacen que tengamos unas instalaciones de servicio para equis tiempo. Si la economía tira, necesitaremos más superficie. Y cuando eso ocurra debe haber una respuesta inmediata. Entonces, las dos opciones son ampliar el puerto por el norte o aprovechar los tres puertos [Valencia, Sagunto y Gandia]. Sagunto está a una distancia aceptable y su siderurgia necesita un nuevo muelle para atender los nuevos tráficos. La construcción de este muelle nos obligará a abrigar la dársena con la construcción de un dique y un contradique, y, si lo hacemos, podemos aprovechar esta circunstancia para preparar la futura ampliación. Si Sagunto y Valencia están bien comunicadas, y ahí entra en juego el acceso norte, será fácil.
P. ¿Cuándo se iniciarán y qué costarán las obras de Sagunto?
R. Esta semana enviaremos el proyecto al Ministerio de Medio Ambiente. Desde el punto de vista medioambiental es un proyecto con pocos problemas. En cuanto al coste, la Autoridad Portuaria sólo financiará la construcción del dique y contradique, que son 6.500 millones de pesetas en dos o tres años. El muelle siderúrgico lo sufragará la empresa privada, concretamente Urbaser, y costará otros 7.000 millones de pesetas. Con esta obra dejaremos preparada la dársena para que cuando se necesite una ampliación.
P. Y ¿cuándo calculan que se quedará pequeño el puerto?
R. Si la economía sigue creciendo, en cinco años debemos tener una respuesta. De ahí que proyectos muy contestados como la ZAL sean necesarios. Cuando arrancó en 1994 se sabía que la logística sería importante; hoy los clientes te lo exigen.
P. ¿En qué fecha arrancará esta zona?
R. Queremos que las obras de la ZAL empiecen la próxima primavera. Calculo que en dos años habrá movimiento de mercancías en esta zona. Es una industria limpia y creo que al final saldrá a gusto de todos. Pero, insisto, no es un capricho del puerto sino una necesidad social para que la economía no sufra un cuello de botella por el puerto.
P. ¿Qué esfuerzos han hecho para acercar el puerto a los ciudadanos?
R. El problema de los puertos es que las mercancías no votan, porque si lo hicieran el puerto de Valencia sería de los más importantes del mundo. Es difícil que la sociedad se percate de la importancia de su puerto. Es mucho más fácil concienciar a la gente sobre la necesidad de un aeropuerto, porque tú coges el avión y sufres las carencias. Pero con las mercancías es diferente. Nadie se pregunta en la compra de dónde o cómo han llegado hasta allí los productos. De todas formas, creemos que el puerto tiene hoy una imagen distinta.
P. El tráfico de coches Ford y Fiat desde el puerto ¿se ampliará a otras marcas?
R. El grupo naviero Grimaldi eligió Valencia como puerto de entrada de los coches Fiat. Grimaldi ha visto una oportunidad importante para llenar el mismo barco con el que exporta vehículos Ford desde Valencia para importar los de la Fiat. Este grupo quiere hacer de Valencia una zona logística de distribución.
P. En poco tiempo se han marchado varios directivos del puerto. ¿Les pagan poco o hay que achacarlo a otros motivos?
R. Se van porque son buenísimos. A mí me han intentado llevar dos veces a Barcelona, diciéndome que iba al mejor puerto de España. Y yo contesté que ya trabajaba en el mejor puerto. Mi vida estaba aquí y el tiempo me ha demostrado que tenía razón. Nuestro equipo directivo es sensacional. Tenemos una fábrica de buenos gestores gracias al máster de gestión portuaria y para nosotros esto es un espaldarazo.
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