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La FSM convoca su congreso sin un pacto sobre el nuevo secretario general

La renovación no parece que vaya a llegar a la Federación Socialista Madrileña (FSM) a través del método para elegir su dirección. Si el comité regional de hoy no lo remedia -y parece que no está en ello-, el viejo sistema de negociaciones, pactos y conversaciones de mesa y mantel -"la mesa camilla" que dicen- arrancará para decidir quién regirá los destinos de los socialistas madrileños en los próximos años. La FSM celebra hoy su comité regional sin haber encontrado un hombre de consenso entre las distintas familias.

Guerrismo

Los intentos de marcar criterios previos para presentar candidatura, no han dado resultado alguno. De aquí al congreso, no habrá, pues, candidatos oficiales a la secretaría de la FSM. Cualquiera, con o sin apoyos, puede autoerigirse en aspirante a la dirección de los socialistas madrileños. Sólo en el transcurso del congreso se proclamará candidato el que logre el 10% de las firmas de los delegados (unas 70 sobre 700).Mientras llega ese momento, -mediados de noviembre- se intensifican los contactos entre las distintas familias. José Acosta y Francisco Cavaco -por los denominados acostistas-guerristas-, Jaime Lissaveztky, como secretario general, y José Luis Balbás e Ignacio Díez, secretario de Organización, por los renovadores de la base. El sistema ha echado para atrás a algunos posibles candidatos que se saben sin apoyos, al menos, de quienes llevan el peso de las negociaciones. Pero todo tiene su cara y su cruz. También ha animado a otros que, en distintas circunstancias, nunca se hubieran presentado.

El primero en saltar a la arena fue Rafael Simancas, concejal del Ayuntamiento de Madrid. Encuadrado en el guerrismo, tiene apoyos de otros sectores como el de los renovadores. De una parte. Porque ya nada es lo que era y hasta en las mejores familias hay hermanos que ni se hablan. También aquí. Las prisas para nada son buenas. Y la candidatura de Simancas ha sido -y es- cuestionada por algunos dirigentes acostistas que le consideran quemado. También el afán de enterrar al paulino hombre viejo, en expresión de algún socialista, "ha convertido en un handicap tener carné del PSOE con más de cinco años de antigüedad".

A la lista de probables aspirantes se ha sumado ahora el jurista Jesús González Amuchástegui, 41 años, de amplio currículo profesional y corto historial político. A González Amuchástegui, que fue candidato a concejal en Majadahonda en 1995, se le conoce en la FSM como "el de los abogados", por el origen de sus apoyos -Gregorio Peces-Barba, Tomás de la Quadra-Salcedo y Javier Ledesma- y porque resulta más fácil que recordar que su apellido.

Sigue siendo una incógnita lo que hará el actual portavoz en la Asamblea, Pedro Sabando. Hay quien asegura que "el cuerpo le pide presentarse, pero no quiere dar un paso si no encuentra los apoyos suficientes". ¿Serán estos los nombres que aparecerán en las conversaciones y negociaciones en curso? Éstos y otros. Pero, en cualquier caso, en la decisión influirá, sobre todo, la sangre que el nuevo secretario general esté dispuesto a hacer en la vida interna de la organización.

Al futuro responsable de la FSM se le va a exigir que arregle "lo de Cristina Almeida en la Asamblea y lo de Fernando Morán en el Ayuntamiento", según anticipan varios dirigentes de la FSM. Tanto Almeida como Morán se considera que fueron buenos cabezas de cartel electoral, pero que ahora tienen escaso rendimiento en la oposición. "Arreglar", en el vocabulario de quienes pactan el acuerdo, tiene exclusivamente la cuarta acepción que recoge el diccionario de la Real Academia Española: "En frases en futuro se usa como amenaza".

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