"En Madrid, visitar el subsuelo es un deporte solidario"
David de la Iglesia, bilbaíno de 30 años, cursa en Madrid el último año de la carrera de Ingeniería de Minas, en la especialidad de Laboreo. Llegó a la Escuela Técnica Superior de la calle de Ríos Rosas de rebote, pero confiesa que el clima amistoso y de trabajo que halló entre los futuros ingenieros le sedujo y decidió quedarse y ser uno de ellos. Pero lo hizo con la ayuda de una vocación paralela: la espeleología. Forma parte del grupo de Ciencias de la Tierra, una treintena de jóvenes aficionados a la exploración de cuevas y de simas.Pregunta. ¿Cuál es la cueva más conocida de la Comunidad de Madrid?
Respuesta. La más famosa es la del Reguerillo, en Patones. Es muy visitada.
P. ¿Cómo se hace uno espeleólogo?
R. Acude uno a la federación madrileña, que se encuentra en el estadio de La Peineta, se matricula en unos cursos y en poco tiempo ya puede uno irse adentrando, eso sí poco a poco, en una cueva. Visitar el subsuelo no requiere una forma física especial.
P. ¿Cómo se diferencian las cuevas de las simas?
R. Las simas tienen caída vertical, mientras que las cuevas poseen un trazado horizontal o declinante. Las hay con salida y sin salida y su extensión es muy variable. El desnivel entre el acceso y el término de algunas cuevas de los Pirineos, como la Piedra de San Martín, llega hasta más de 1.000 metros.
P. ¿Qué equipo es el indicado?
R. Solemos calzarnos con botas de agua porque casi siempre aparece sobre el suelo que uno pisa. Vestimos un mono y nos ponemos un casco, provisto de lo que llamamos un carbureo, un dispositivo con una piedra de carburo, que se adosa a un depósito de agua.
P. ¿Cómo funciona?
R. Por gravedad, el agua gotea sobre el carburo y la mezcla produce acetileno, un combustible. Mediante un mechero situado en el frontal del casco, se ilumina.
P. ¿Cuánto dura la luz?
R. El carburo, ocho horas, pero el agua, sólo cuatro.
P. ¿Qué emplean para el descenso y ascenso?
R. Llevamos casi siempre arneses, cuerdas estáticas o dinámicas, éstas con cierto chicleo, y un aparato, llamado croll, que es una especie de cerrojo para escalada. Además, llevamos encima spit, unos tubitos que sirven como soporte de un anclaje que se introduce en la pared de una cueva. Las simas exploradas, como el Reguerillo, contaban con muchos spit ya instalados para anclar las cuerdas.
P. ¿Qué encuentra uno allí abajo?
R. Es un mundo distinto. No hay conflicto, ni prisa, ni tensión. Sin reloj, pierdes fácilmente la noción del tiempo. Es maravilloso.
P. ¿Deporte o competición?
R. Visitar el subsuelo es un deporte muy solidario. Nos ayudamos desinteresadamente.
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