Armesto pide más independencia para la CNMV en su despedida del organismo

El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Juan Fernández-Armesto, reclamó ayer más independencia para el órgano supervisor y una normativa más dura y transparente sobre las ofertas públicas de adquisición (OPA) en su despedida del cargo tras cuatro años de mandato. Fernández-Armesto, que en la recta final del mandato se vio afectado por el caso Villalonga, desvinculó su marcha de presiones políticas y añadió que tras elecciones generales de marzo informó por carta a Aznar de su intención de no continuar.

Fernández-Armesto compareció ayer en conferencia de prensa para hacer un repaso de su actuación en los cuatro años al frente de la CNMV. Aseguró que no se arrepiente de ninguna de las decisiones adoptadas en este periodo y añadió que a pesar de presiones externas, sus decisiones "nunca han estado contaminadas por interferencias políticas, mediáticas o interesadas".Su mandato termina mañana y aunque podría seguir otros cuatro años más, no continuará en el cargo. Sobre los motivos de su renuncia a optar a ese segundo mandato, fue escueto y esgrimió "razones profesionales, familiares y personales". No por ello dejó de enumerar los retos que quedan al organismo. Armesto dijo que "quedan muchas cosas por hacer" y, entre ellas, destacó la necesidad de fortalecer el régimen legal de independencia, establecer mediante ley unas limitaciones a las cláusulas de blindajes frente a ofertas públicas (OPA) no deseadas y una regulación más estricta y transparente sobre la autocartera. Otro de los aspectos que debiera regularse en el futuro de una forma más precisa es, a su juicio, la participación en las empresas de los pequeñas accionistas y de los institucionales así como la remuneración de los consejeros.

Para él, no es cierto que en los últimos meses el organismo supervisor haya perdido credibilidad a raíz de la investigación abierta al ex presidente de Telefónica, Juan Villalonga, por un supuesto uso de información privilegiada en los mercados en el año 1998. Además, Fernández-Armesto negó que haya existido una campaña mediática en su contra sino "críticas, unas más razonables que otras, lógicas en el juego democrático". Aseguró que se encuentra "modesta, pero legítimamente orgulloso" por haber cumplido su programa y recordó que la trilogía básica para el desarrollo del mercado y por el que le gustaría que se le recordara es "más libertad, más transparencia y más responsabilidad".

El presidente de la CNMV resaltó que a pesar de las crisis empresariales que se han producido ni un solo inversor de los fondos de inversión ha sufrido ninguna pérdida patrimonial. En este sentido, recordó que la crisis de la financiera AVA empañó la salud de la intermediación en España cuyo procedimiento penal está en curso. En el repaso a los cuatro años de mandato, destacó los siguientes aspectos:

- Objetivos cumplidos. Seis meses después de llegar al cargo en octubre de 1996, redactó y publicó un documento con 28 retos para modernizar los mercados y su supervisión. "De los 28 objetivos, 26 se han cumplido íntegramante", dijo. Fernández-Armesto se mostró satisfecho porque ahora España cuenta con un mercado de valores "más amplio, más transparente, más serio y más seguro, que aporta mayores posibilidades de financiación empresarial y ofrece más productos y de mayor diversidad de riesgo para los inversores".

- Asignaturas pendientes. Uno de los objetivos no cumplidos es el de "reforzar la independencia de la CNMV". Según su reflexión de despedida, "el régimen legal de independencia es el mismo que al comienzo del mandato". Una carga de profundidad para futuras actuaciones de este organismo, adscrito al Ministerio de Economía. La oposición parlamentaria ha acusado al Gobierno de desacreditar a la CNMV, que impulsó el código de Buen Gobierno de las empresas, como órgano independiente con sus interferencias en el expediente a Villalonga. Para Armesto también es imprescindible redoblar la vigilancia para evitar el uso de información privilegiada.

- Cartas y Circulares. "La regulación va siempre por detrás de la realidad", reconoció. Pero Fernández-Armesto ha hecho un considerable esfuerzo para acortar la distancia con la emisión de 31 cartas circulares y 21 cartas de directores para ayudar a los agentes del mercado a aplicar las normas.

- Reforma legal. En 1998 se reformó en la Ley de Valores para incorporar las directivas europeas, se amplió el abanico de fondos de inversión y se modificó el régimen jurídico de las sociedades anónimas.

- Mercados más maduros. "La Bolsa española se ha consolidado definitivamente", afirma su informe. En cuatro años han salido a Bolsa 38 empresas, se han privatizado 10 empresas públicas y se han generado cuatro billones de financiación para el Estado. En estos años, "se ha impuesto la cultura del hecho relevante", de los que se han registrado 8.375 el año pasado frente a los 2.111 de 1995. Fernández-Armesto señaló que a su llegada al cargo se impuso eliminar las salvedades en las auditorías de las empresas cotizadas. También se ha creado la unidad de Vigilancia del Mercado y hasta 3.000 personas, activas en el mercado, han sido investigadas o requeridas por la Comisión. La CNMV ha sancionado a 18 chiringuitos -empresas no autorizadas que captan ahorro- con multas por 23.000 millones.

- Coordinación internacional. No ha sido posible organizar un órgano supervisor paneuropeo por falta de voluntad política y la diversidad de normas y sistemas regulatorios.