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Jesús Gil destituye a Zambrano como entrenador del equipo

El aguante del dueño del Atlético de Madrid, Jesús Gil, se acabó ayer, cuando ordenó que Fernando Zambrano fuese destituido como entrenador del equipo. Gil no ha roto la norma que le caracteriza: lleva 23 entrenadores desde 1987. Cinco jornadas, las que se llevan disputadas en Segunda, le ha durado el técnico. Ayer, en Marbella, ofreció el cargo a un antiguo jugador del club: Marcos Alonso.

Además de un pobre balance -un triunfo, un empate y tres derrotas- y en zona de descenso en la tabla, el juego del equipo en la presente Liga con Fernando Zambrano en el banquillo de entrenador, le ha llevado a Jesús Gil incluso a necesitar atención médica el domingo cuando empató con el Betis en Sevilla. "Marean y matan a cualquiera", se desahogó Gil para justificar la subida de tensión durante ese partido y también la escasa ilusión que ha despertado el Atlético en su marcha por la Segunda División.La sentencia sobre Zambrano se dictó prácticamente en la primera jornada, cuando el Atlético se vio humillado por el Levante con una goleada de escándalo (4-1). Desde entonces comenzaron a sonar nombres: Luis Fernández, Brindisi... El primero de ellos desestimó el ofrecimiento y al técnico argentino se le rechazó por sus elevadas condiciones económicas para hacerse cargo del banquillo del equipo madrileño.

Los dirigentes del Atlético se inclinaron entonces por Marcos Alonso, antiguo jugador del equipo, con el que ayer mantuvieron en Marbella negociaciones para convertirse en el sustituto de Zambrano. Jesús Gil, después de la conversación con Marcos, aseguró que esperaba que éste fuese mañana [por hoy] el nuevo entrenador del equipo madrileño. Las negociaciones dependen ahora de la cuestión económica que tratará Ginés Carvajal, representante del técnico.

El dueño del Atlético explicó ayer que se había fijado en Marcos para sustituir a Zambrano por tratarse de un entrenador de la casa [por haber sido jugador del equipo hace años], porque conoce el fútbol español y también el que se juega en una categoría como la Segunda.

Zambrano, por su parte, aseguró ayer que no espera problema alguno para llegar a un acuerdo económico con el Atlético a la hora de rescindir su contrato. El compromiso de Zambrano era por esta temporada, por la que cobraría 70 millones y 100 millones más si se lograba el ascenso.

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