El oficialista vence en Huelva por apenas 100 votos

Pedro Rodríguez se hizo ayer con el control del PP de Huelva. Francisco Pérez, el candidato promovido por el alcalde de la capital onubense, ganó con 325 votos de los compromisarios frente a los 221 de Ana Báñez, la candidata crítica. Hubo cuatro votos en blanco. El congreso se desarrolló en calma, pese a la tensión entre ambas candidaturas vivida en las últimas semanas. Francisco Pérez, abogado onubense de 29 años, se convierte en el presidente más joven en la historia del PP de Huelva. El nuevo presidente lanzó al final un mensaje de concordia: "Yo no venía aquí a ganarle a Ana Báñez, aquí hemos venido todos a ganarle al PSOE".Pero el PP de Huelva ha quedado dividido en dos. Los críticos, integrados en el grupo Tartessos, han conseguido un mayor número de votos de lo que se esperaba. La evidencia de la división se produjo tras conocerse el resultado de las votaciones. Báñez abandonó el Palacio de Congresos de Huelva cuando tenía la palabra el presidente provincial saliente, Matías Conde, que pedía en su discurso a los críticos que entendieran "el mensaje de que el partido no quiere más división". Entonces, los compromisarios del grupo Tartessos acompañaron a la calle a su candidata entre ovaciones y la sala casi perdió la mitad del aforo. En ese ambiente, con cierto punto de patetismo, pronunciaron las palabras de clausura Teófila Martínez, presidenta del PP de Andalucía, y Javier Arenas, secretario general del partido.

El congreso sirvió para lanzar a un joven presidente, pero confirmó a Báñez como una dirigente en ascenso para un amplio sector del partido. Algunos dirigentes populares comentaron en privado que, a partir de ahora, no cabe otra solución que el diálogo.

Pérez, en la exposición de su programa, pronunció un discurso de unos 15 minutos que sorprendió por su brevedad. El de Ana Báñez se prolongó durante unos 40 minutos. La candidata crítica llegó a llorar y emocionarse en un discurso lleno de contenido político. Ana Báñez denunció "el obstruccionismo y la zancadilla" que padeció en el proceso precongresual. Incluso a su salida del Palacio de Congresos afirmó: "Cuando me dirigía a hacer mi intervención, los guardias de seguridad me pararon porque decían que yo era una simple invitada y no podía bajar. Les dije que tenía que hablar. Ésa es la democracia existente actualmente en mi partido. He dejado 17 años de mi vida trabajando por el PP. He luchado porque hubiera mayor democracia y participación, pero no ha podido ser".

Báñez no pudo votarse a sí misma por lo que cree un quiebro en los estatutos del partido realizado por los oficialistas, que incluso está recurrido ante los tribunales. La candidata crítica terminó así su alocución: "A mí me han impedido el derecho a votarme. Os pido que echéis el voto por mí".

Pérez, militante de Nuevas Generaciones, incidió en el objetivo prioritario de su candidatura: que el PP alcance el gobierno de la Diputación onubense, desde hace lustros en manos del PSOE.

Ninguno de los dos candidatos se refirió a la necesidad de conducir el partido hacia el centro político, porque, según comentaron en privado, temían perder votos. Había compromisarios que decían, con orgullo, que pertenecen a un partido de derechas.