"Mamá, estoy lleno de golpes"
Lo primero que el navarro Gabriel Esparza le dijo a su madre cuando le pusieron un teléfono fue elocuente: "¡Fatal¡". Se sorprendió cuando ella le respondió que había estado muy bien y le contestó: "¡Ah¡ ¿Estáis contentos? Bueno, yo estoy lleno de golpes".A ellos les dedicó su medalla, "a mi familia, que es la piedra angular de todos mis éxitos, y a Elizabeth Delgado, que es mi novia y que quedó primera en Barcelona 92, cuando el taekwondo era deporte de exhibición". Concluida la conversación familiar, Esparza se fue cojeando ostensiblemente a causa de su golpe en la tibia, sufrido durante el primer combate de la jornada.
Eso sí, antes de retirarse, el medallista español también se refirió a los jueces, que en el taekwondo, como en todos los deportes con decisiones subjetivas, han tenido problemas.
La australiana Lauren Burns, ganadora en los 49 kilos, fue discretamete empujada hacia el oro. Esparza no vio el combate, pero dijo: "Siempre estás un poquito en sus manos. Pero bueno, nosotros trabajamos duro para tener por lo menos bien lo nuestro, que es el estado mental y el físico, Luego lo otro es un poco el azar, una tómbola".
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