El TNC estrena un drama sobre el amor en el mundo empresarial

Històries d'amor, de Toni Cabré, se presenta en el Teatre Nacional de Catalunya (TNC) como la primera de las producciones de obras de autores catalanes vivos de esta temporada. Desde hoy y hasta el 22 de octubre, con dirección de Toni Casares e interpretada por Lluís Marco, Victòria Pagès y Òscar Intente, el público que acuda a la Sala Tallers tendrá ocasión de ver un drama -"que el público no espere una comedia", subraya Cabré- sobre el amor en el mundo empresarial.

Toni Cabré, nacido en Mataró en 1957, es autor de diversas piezas teatrales, muchas de ellas premiadas, y ha trabajado como guionista en las series televisivas Poble Nou, Secrets de família, Nissaga de poder y Laberint d'ombres."Històries d"amor", explica su autor, "habla precisamente de lo que dice el título. Pero es mi visión sobre el amor, la pasión. Habla de personas que quieren sentirse correspondidas y que se encuentran en circunstancias que se lo impiden. Pero ellos continúan amando. En cuanto a la anécdota, en la obra se habla de un hombre mayor que se jubila, que tiene una relación con la secretaria en el momento en que aparece un personaje más joven. Se produce una especie de triángulo, que me cuido de que no llegue a cerrarse. Se habla de amor, pero no sólo por las personas, sino por quimeras, por objetivos, incluso por la empresa. Se habla de pasión por cosas que se quieren alcanzar, pero que también te hacen renunciar a otras pasiones. Es un drama".

"Mi primera reacción ante una historia de amor", añade Casares, "fue echarme atrás. Pero una vez que empecé a leer la obra y vi que, en efecto, era una historia de amor con todas las de la ley, pero en sentido amplio, acepté el encargo. El apasionamiento es inevitable. Vivir sin pasión es imposible. Conscientemente o no, todos los personajes proyectan sus pasiones, y esto es lo que los mantiene vivos. La obra permite constatar que el amor o la pasión no tienen nada que ver con ser correspondidos. El amor está en el acto de proyección. Los personajes recogen tres momentos diferentes. El hombre mayor, que ha perdido el objeto amado y toma conciencia del vacío. El hombre joven, que representa el apasionamiento inconsciente. Pero el personaje que a mí más me ha interesado, es la mujer, lúcida, consciente de que el amor es un sentimiento individual. Ella ama a pesar de saber que no es amada. Son tres ángulos diferentes de una relación pasional. Pero hay un matiz importante. Queda ambiguo si se trata de una relación de amor entre personas o de amor hacia el propio trabajo".

Toni Cabré define a sus personajes como seres grises. "Me gusta trabajar con este tipo de personajes, que parecen acomodadas en el mundo empresarial pero que en realidad están al borde del precipicio. Son víctimas, pero también culpables. Se han construido una ratera y no saben salir. No pretendo que sea una metáfora de nuestro mundo". A lo que Casares añade: "Es un registro absolutamente naturalista. Y no pretende tener ninguna lectura simbólica. Pero está escrito en la clave de la dramaturgia del siglo XX".