... Y Khorkina, por fin, no se cayó
La rusa se olvida de sus desgracias y salda su deuda con las paralelas asimétricas
Cogió la medalla mientras sonaba el himno de su país y la apretó contra su pecho mientras intentaba contener las lágrimas con sus ojos inundados. La estrella de la primera jornada de las finales de aparatos fue Svetlana Khorkina, que, al fin, ganó su reto. La gimnasta rusa, que demostró ser la mejor el primer día, había ido acumulando desgracias al caerse de las paralelas asimétricas, su mejor ejercicio, en la final del concurso por equipos y en la individual. Ayer quería resarcirse. Y lo logró.La número uno no podía irse hundida. Y no se va a ir. Por eso ayer se mostró especialmente feliz. Su llanto, esta vez, fue de alegría. Primero, cuando no falló el agarre en su suelta más arriesgada como le había sucedido en las dos ocasiones anteriores. Incluso su entrenador, un témpano de hielo tras la humillación sufrida ante las rumanas, la felicitó. Pero aún quedaba la explosión definitiva.
Khorkina confirmó que, con 9,862 puntos, una nota más alta que la máxima con la que había entrado en la final (9,850), superaba a las mejores hasta el momento, la china Yang (9,787) y la ucrania Karpenko (9,775), que había abierto la final poniendo el oro muy caro. De hecho, fue el aparato con mejores notas, mucho más que el salto. Y explotó cuando la mejor china, Ling, se quedó en 9,837, a 25 milésimas tan sólo. Entonces sí que se le saltaron las lágrimas, pero eran distintas a las nerviosas y tristes del concurso individual, cuando falló en el salto y se quedó congelada.
Quien no lloró, porque al menos había ganado el título individual, fue Alexei Nemov, conocido ya como el bello: a sus 24 años, con 1,73 metros de estatura y 71 kilos de peso, se ha asomado a las revistas como uno de los deportistas famosos más atractivos. Ayer fue sorprendido en la final del suelo por el letón Igors Vihrovs, más bajito (1,65 metros y 62 kilos), quizá más feo y, desde luego, sin un solo resultado importante hasta ahora.Nemov repitió su habitual 9,800, que habría sido más si clava la salida, pero Vihrovs, cuarto, con 9,662, subió de pronto hasta 9,812. Habría sido otro tremendo rival para el ausente Gervasio Deferr, al que sólo derrotó Nemov en los Campeonatos del Mundo.
No fue, no, el día de Lyosha, como se apoda a Nemov. Logró sólo el bronce en el caballo con arcos, en el que al menos sí ganó un especialista contrastado, el rumano Urzica. A su vez, el húngaro Csollany se consagró en las anillas.
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